Salir de tapeo por Zaragoza es uno de los planes preferidos del fin de semana de miles de zaragozanos y turistas que descubren por primera vez (o no) la ciudad. No en vano, está considerada como una de las que mejor calidad/precio ofrecen a sus clientes.
El Tubo es uno de los lugares que más personas y fama arrastra. Sin embargo, no es el único lugar en el que disfrutar de, en ocasiones, obras de arte culinarias en formato reducido. En los barrios de la capital aragonesa también se pueden encontrar unos bocados que destacan por su calidad y su sabor.
La lista de tapas para destacar sería inabarcable. Aquí va una pequeña selección de los 8 imprescindibles que son un acierto asegurado.
El Champi
Que no te despiste su sencillez. La tapa de champiñones del Champi es uno de los clásicos más sabrosos del vermuteo zaragozano. Máximo exponente del menos es más. Con solo un puñado de ingredientes (pan, champiñones, gamba, aceite, ajo y perejil), es un éxito asegurado. Para beber, sus propuestas son los vinos ecológicos de barril y cerveza natural.
Está ubicado en la calle Libertad, 16, en pleno Tubo.
Doña Casta
Hablar de Doña Casta es hablar de croquetas y Doña. Son sinónimos o conceptos inseparables, como se prefiera. Pero no todo va a ser tan fácil, porque el dilema es decantarse por solo una de la casi docena de propuestas que tienen. De cabrales, boletus con foie, arroz negro con alioli, bacalao y trigueros...para todos los gustos y paladares. Eso sí, ninguna opción es mala. Sus propuestas no se quedan ahí, ya que ofrecen también huevos rotos de diferentes tipos y otras raciones, pero sin duda, su bandera son sus deliciosas croquetas.
Está en la calle de los Estébanes, 6, en el Tubo.
Alta taberna Soria
Es uno de los establecimientos que mejor representan la gastronomía soriana en Zaragoza. Y en ella no podían faltar los torreznos. Esta tira de tocino frita en aceite a alta temperatura es toda una institución entre los castellanos que se ha extendido a la capital aragonesa (y otras partes de España) con notable éxito. Los cánones marcan que deben estar crujientes y bien dorados en el lado de la piel. Con un poco de pan es un bocado casi insuperable.
Está en la calle del Blasón Aragonés, 2.
Casa Ernesto
Este bar de toda la vida ofrece un montón de ricos bocados que llevarse a la boca. De entre todas las propuestas, una de las más afamadas es la alcachofa confitada con jamón. Una propuesta clásica, con productos de toda la vida, pero que seguro que te sorprende por su sabor.
Está en la calle Felipe San Clemente, 7.
Bar Hermanos Teresa
Este bar clásico de la escena gastronómica zaragozana está situado en el barrio de San José. Entre su amplia carta, una de los aciertos seguros son las albóndigas de toro con salsa de Oporto. Un fina tapa elaborada que es un acierto seguro para la hora del vermut.
Está en la calle del General Ricardos, 11-13.
La Parrilla de Calanda
No por ser un habitual pierde su atractivo. La Parrilla de Calanda ofrece una espectacular berenjena con queso que sin duda no podrás olvidar, donde todos los sabores conjugan a la perfección
Está en la calle Julián Sanz Ibáñez, 42.
Cervecería Líquidos
Esta cervecería especializada ofrece también ofrece también bocados para acompañar los tragos. Uno de ellos es la longaniza con cebolla caramelizada. Un producto muy apreciado en Aragón que te resultará delicioso.
Está en la calle Santa Orosia, 27.
El Candelas
Este bar ofrece un montón de propuestas de la cocina española como callos, un sabroso laing o un rico salmón. Pero sin duda, la focaccia con tataki de presa ibérica, tomate rosa, aguacate y vinagreta de fresa te sorprenderá y querrás repetir.
Está en la calle Maestro Mingote, 3.