Dentro del mundo de las tartas, aunque hay de muchos tipos, hay algunas que son las verdaderas reinas de los postres, las sobremesas, de las cartas y menús de restaurantes y de las casas.

Por ejemplo, sin miedo a equivocarnos podemos hablar, de que las tartas de queso están en ese elenco selecto. Igual que la tarta Sacher o los bizcochos.

Y una de esas tartas que nunca falla y que salen riquísimas son las de limón. Y además, te puedes complicar todo lo que quieras. Ahora bien, si lo que deseas es una tarta fácil, rápida, sencilla, con pocos ingredientes y que incluso un niño pequeño sin ayuda podría hacer, esta receta es para ti.

Ingredientes

  • Galletas. Las suficientes para hacer una capa que tape el molde y para capas intermedias.
  • Leche condensada
  • Zumo de limón al gusto
  • Queso crema

La receta

Solo tendrás que mezclar ingredientes, todo muy sencillo. Tendrás dos opciones para empezar. Una es poner la base de galletas sin más, simplemente tapa todos los huecos, o bien machacarlas y mezclarlas con un poco de mantequilla para generar una pasta que cubra el fondo del molde.

En otro recipiente, mezcla el queso crema (una tarrina), el zumo de limón y un bote de leche condensada. Mezcla hasta que deje de haber grumos.

Ahora la idea es hacer una especie de lasaña. Primero, las galletas (machacadas o no), después, una capa de pasta, otra capa de galletas (ahora sí, enteras), pasta... Y así hasta que se acabe. Solo te quedará taparla con papel film y esperar unas horas en la nevera a que se enfría, coja consistencia, cuerpo y más sabor.