Para preparar una tarta puedes invertir (jamás perder) todo el tiempo que quieras, ornamentarla todo lo que quieras y hacer todas las pruebas y combinaciones que quieras. Pero no siempre tenemos todo el tiempo del mundo y entonces optamos por una receta rápida, sencilla y de las que gustan, porque además está riquísima.

Además, es muy económica (salvo por el uso del horno, que ya sabemos que es uno de los electrodomésticos que más electricidad necesita y no es que esté muy baja la luz precisamente), ya que usa ingredientes baratos y muy accesibles, de esos que están en todos los supermercados.

Y como vas a poder comprobar, preparar la mezcla no te llevará más de tres minutos. El resto será cuestión de esperar a hincarle el diente, que es lo peor de todo siempre.

Ingredientes

  • Seis huevos
  • Seis cucharadas de azúcar
  • 400 ml. de leche evaporada
  • Una tarrina de tamaño normal de queso crema (unos 300 gramos)

La receta

Más fácil de preparar es imposible. De primeras pon a precalentar el horno a 180º y pon en un bol o recipiente que sea muy amplio seis huevos y seis cucharadas de azúcar y con unas varillas manuales o eléctricas pon a batir todo no solo hasta que esté bien mezclado, sino hasta el punto de que eleve su tamaño al doble. De ahí la necesidad que sea grande el recipiente.

Acto seguido, agrega el queso crema y vuelve a batir hasta que esté bien homogéneo y, por último, repite el mismo paso con la leche evaporada. Solo queda poner la mezcla en un molde apto para horno (esta receta es para uno de 22 centímetros) y ya está. En tres minutos tendrás el trabajo hecho.

Ya solo queda ponerlo al horno durante 35 minutos y, cuando termine el tiempo, comprobar con un palillo cómo está la mezcla. Con estos tiempos te quedará algo tostada por fuera, pero por dentro cremosa y jugosa.