El mes de febrero está a la vuelta de la esquina y los enamorados ya planean como sorprender a su pareja en San Valentín. La hostelería se prepara para un aluvión de cenas románticas para la noche del 14 de febrero. Las alternativas gastronómicas en Zaragoza son inmensas y para todos los gustos con restaurantes con vistas a los monumentos más emblemáticos de la ciudad o temáticos que te transportan a otros lugares del mundo. Aquí te dejamos una serie de recomendaciones en la capital aragonesa.

Restaurante Birabola

El ambiente nocturno del restaurante Birabola se ha convertido en un fenómeno en Instagram desde que abrió sus puertas en el barrio del Actur a finales de noviembre. El local situado en la calle Gertudris Gómez de Avellaneda 43 se transforma con la puesta de sol gracias a sus características luces de neón que decoran un mobiliario especial como un tocador de maquillaje con pinturas de colores, pegatinas, teléfonos colgando y tatuajes de flúor. El Tomahawk especial -pieza de carne premium-, cortada con un sable y la pink carbonara, un fussili de pasta fresca y remolacha con la auténtica carbonara de guanciale y parmesano, son dos de los platos estrella de un establecimiento donde la cuenta para dos personas podría alcanzar los 50 euros.

Molino de San Lázaro

Enclave histórico y especial en plena orilla del Ebro en las inmediaciones del Puente de Piedra a solamente 5 minutos de la Plaza del Pilar. El restaurante Molino de San Lázaro se inauguró en 2008 sobre las ruinas del molino más antiguo de la ciudad, documentado desde 1568 e instalado en su configuración actual en agosto de 1872. El comedor de estas instalaciones se encuentra en la planta baja del edificio donde se encuentra el cárcavo por el que pasaba el agua que daba movimiento a las muelas del molino original. El local aúna cocina tradicional con toques de vanguardia y cuenta con diversos menús desde los 18 hasta los 25 euros.

Interior del restaurante Molino de San Lázaro en Zaragoza MOLINO DE SAN LÁZARO

Nativo

Restaurante de moda desde hace ya varios años localizado en el entorno de Aragonia que actualiza su carta cada poco tiempo para lograr mantenerse en la cumbre. El local, que pertenece al grupo Tándem, ofrece un entorno muy cuidado, con una atmósfera cercana y amable en un comedor decorado con toques de madera y asientos tapizados. Su apuesta gastronómica se centra en mimar lo tradicional sin rebuscadas etiquetas y mimo por todos los productos. Además de una carta donde destacan las carnes a la brasa, el restaurante también tiene diversos menús para momentos más especiales.

Interior del restaurante Nativo de Zaragoza NATIVO

Bunkerbar

El número 20 de la calle Jerónimo Zurita de Zaragoza, junto a la Plaza de los Sitios, esconde bajo la calzada un enclave muy particular y especial para un público que busque algo diferente en San Valentín. Se trata de un búnker antiaéreo de la Guerra Civil, construido en 1937, y que da nombre al Bunkerbar, el establecimiento que ha sabido aprovecharlo como comedor y convertirlo en su seña de identidad en pleno centro de la capital aragonesa. Este salón privado con espacio para 25 personas es un lugar tranquilo, donde no dejan de servir arroces, carnes a la brasa y buenos cócteles. La cuenta para dos personas también rozaría los 50 euros.

Terraza El Lago

Paz y tranquilidad en cuanto disfrutas de uno de los atardeceres más bonitos de Zaragoza. Este oasis de relax situado encima del lago de Casablanca a escasos metros de los depósitos permite a los comensales disfrutar de un paisaje único en la capital aragonesa.

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Después de darte un paseo por la naturaleza de los alrededores con el Canal Imperial como fondo, sentarte en la Terraza El Lago para cenar es tu opción ideal para comenzar tu velada romántica. El establecimiento se ha especializado en un menú de carne y otro de arroces con un precio de 29 y 27 euros por persona respectivamente.

Vista panorámica del restaurante Terraza El Lago de Zaragoza TERRAZA EL LAGO