Aunque Boulevardier nace en agosto de 2020 en la avenida Goya de Zaragoza, la idea comienza a gestarse al otro lado del océano, en la capital gastronómica de América. Es en Lima donde Gabriel Leonard finaliza sus estudios de cocina y donde, por casualidad, conoce a David Arroyo, natural de Perú. Ambos se embarcan entonces en la aventura de trasladar la fuerza de la gastronomía peruana al mundo mediterráneo, encontrando refugio en el centro de Zaragoza.

Actualmente ubicados en la calle del Dr. Horno Alcorta, 26, Boulevardier ha dado un aire nuevo al antiguo local del ilustre Txoko. "La calidad y el cariño por la comida se mantiene. A la gente le gusta porque se siente a gusto, comen bien y están en un sitio en el que han estado muchos años de su vida", explica Gabriel refiriéndose al actual establecimiento y al que se mudaron porque "el cliente merecía algo mejor".

En Boulevardier han conseguido mezclar dos mundos tan distintos como compatibles. Hay quien acude a él en busca de una comida o una cena, mientras que "hay gente más joven que cena en otros sitios y luego viene a tomar cóctel", comenta. Darle a cada uno su espacio y atención es uno de los próximos objetivos de Boulevardier, ya que actualmente se encuentran en plena expansión y reformando la planta inferior, donde se ubicará un comedor para 40 personas, dejando la planta de arriba para el disfrute de cócteles.

"Lo que nosotros queremos es hacer un cóctel que le pueda gustar tanto a una persona que no bebe cócteles como a un bebedor habitual. Algo que pueda replicar cualquier persona"

Precisamente el cóctel es una tarea pendiente para Boulevardier, ya que "hay mucha gente que no sabe que somos cóctel bar y que estamos abiertos todas las tardes". Sus creaciones le valieron para ser seleccionado entre el top 50 de España del 'World Class Cocktail Festival' y cuyo resultado esperan superar en la edición de este año. Y es que el concepto de este restaurante pretende dar a conocer el cóctel de la capital aragonesa. "Queremos que Zaragoza sea una ciudad cóctel, como lo son Barcelona o Madrid. Aquí hay coctelerías especializadas que lo hacen muy bien pero no hay restaurantes con cóctel".

Proceso de preparación de uno de los cócteles en Boulevardier ANDREEA VORNICU

Entre sus especialidades destaca el que carga con el nombre del propio establecimiento, que se caracteriza por ser "un cóctel amargo, que te incita a comer y a tener una conversación". También el Negroni, un cóctel clásico entre los clásicos y que "a todo el mundo le encanta". Este es precisamente el reto que se marca Gabriel: "Lo que nosotros queremos es hacer un cóctel que le pueda gustar tanto a una persona que no bebe cócteles como a un bebedor habitual. Algo que pueda replicar cualquier persona".

La mezcla de las cocinas peruana y mediterránea

Haber estudiado y trabajado la cocina peruana da a Boulevardier la posibilidad de fusionarla con la gastronomía española. "Me enamoré de la gastronomía peruana", confiesa Gabriel, el cual asegura que "es la cocina con más complementos, ingredientes y sabor umami". Aunque no siempre es perceptible, todos los platos esconden un detalle, un recuerdo que a ambos socios les retrotrae a su época como estudiantes en Perú: "Quizás alguien no lo distingue pero nosotros sí. Por ejemplo, el ceviche lo hacemos con producto nacional pero el sorbete que le ponemos arriba lo hacemos con apio y lima, y nos recuerda mucho al ceviche que puedes tomarte en las playas de Perú. O las gyozas con trucha pirenaica autóctona con salsa rocoto que se vende en Perú".

"Entre semana el menú son 18 euros y está genial, con la misma calidad de producto que hay en carta. Solo hay una calidad, no jugamos con una calidad distinta para menú y para carta"

Estas empanadillas japonesas, caseras y envueltas una a una, son uno de los platos estrella de Boulevardier. También el ceviche, que solamente está disponible cuando cuentan con pescado fresco, o los arroces, siempre bajo encargo. Aunque una de las páginas más llamativas de su carta es la que hace referencia a la casquería. "La gente viene de propio a comer lengua. Comienzan por ahí. El corazón se lo piensan, pero una vez lo prueban, luego lo vuelven a pedir", explica Gabriel, que destaca que "es algo que hay que limpiarlo muy bien y hay que estar seguro de saber hacerlo".

Preparación de uno de los platos que se sirven en Boulevardier ANDREEA VORNICU

Gabriel y David también son propietarios del Grupo Blender, que engloba varias marcas digitales y con las que abrieron la primera 'dark kitchen' de Aragón. "Nos fue muy bien pero luego nos dimos cuenta de que la venta había bajado. Ahora alquilamos las marcas para eventos donde quieran con un catering, al que acudimos con la 'food truck'", cuenta.

En la actualidad, están centrados en Boulevardier. Una especie de buque insignia cuya reforma duplicará la capacidad de su establecimiento hasta los casi 100 clientes. "Estamos haciendo entrevistas y formando gente para cuando tengamos la parte de abajo abierta. No queremos fallar cuando abramos el otro salón", confiesa.

Entre los retos de este restaurante se encuentra potenciar la clientela durante la semana. "El fin de semana estamos llenos pero entre semana nos está costando y nos está echando un poco el freno". De lunes a viernes cuentan con un menú asequible, aunque se puede seguir comiendo directamente de carta. "Un precio medio básico es de 20 euros por cabeza. Entre semana el menú son 18 euros y está genial, con la misma calidad de producto que hay en carta. Solo hay una calidad, no jugamos con una calidad distinta para menú y para carta", concluye.