Quizá los ingenuos o no iniciados entiendan que la nueva consejería del Gobierno de Aragón, Medio Ambiente y Turismo, responda a una voluntad de vincular el respeto y sostenibilidad de nuestro entorno con los usos derivados de la presencia de los viajeros en los mismos. No parece ser así, sino más bien el resultado de un encaje político de diferentes departamentos en uno, con o sin relación, para articular los intereses de los partidos coaligados en el nuevo gobierno.
La palabra 'turismo' ya había aparecido en alguna consejería tiempo atrás, como en la primera de Marcelino Iglesias, Cultura y Turismo, sin que se apreciara, por ejemplo, un auge del turismo cultural. Simple reparto. Sí parece tener más intención la denominación de la nueva dirección general, Turismo y Hostelería. De entrada, está en manos de un profesional del gremio, Jorge Moncada, hasta la fecha presidente de la Asociación de Agencias de Viaje de Aragón, lo que supone que conoce bien el sector.
Lo novedoso e inusual es la incorporación de la Hostelería al nombre de la dirección general. Era una constante del sector hostelero siempre su petición de desvinculación con los departamentos de cultura ‒habitual en los ayuntamientos‒ para estar más cercanos al turismo, del que son parte imprescindible. Sea, pues, bienvenido este cambio, que los coloca en el lugar debido, más allá de las necesarias relaciones con Sanidad o Comercio, ya que la hostelería sigue siendo muy transversal. Y que, lógicamente, parece encuadrar a la gastronomía en esta dirección general, más allá de su relación con los alimentos, como siempre en Agricultura y Ganadería, que recupera la coletilla de Alimentación.
Quizá ahora resulte más sencillo la coordinación entre las abundantes propuestas que se generan en la comunidad, interesantes la mayor parte de ellas, cuyas fechas suelen solaparse, y se pueda plantear una promoción conjunta de las mismas, y la creación de otras nuevas. Que es una de las asignaturas todavía pendientes para lograr visibilidad en el resto de España.