Tereos asegura un maíz libre de transgénicos y micotoxinas

La empresa ha ejecutado una fuerte inversión para realizar controles exhaustivos y proporcionar al cliente productos de la mejor calidad

La planta de Tereos situada en Aragón procesa unas 400.000 toneladas de maíz al año.

La planta de Tereos situada en Aragón procesa unas 400.000 toneladas de maíz al año. / Tereos

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Zaragoza

Bebidas, galletas, piensos, leches maternizadas o papel son solo algunos de los productos que tienen como base el cereal procesado por Tereos. La empresa agroalimentaria elabora almidones, edulcorantes o glucosas que se encuentran en artículos de todo tipo y sector y que, sin embargo, están compuestos de una única materia prima: el maíz

Esta multiplicidad de clientes convierte a Tereos en una de las empresas referencia de en Aragón y en España y les permite afirmar algo que muy pocas compañías en el mundo pueden asegurar: «Será raro que alguien haya terminado un día sin haber tomado algún alimento que lleve productos nuestros».

Trazabilidad total

Desde sus orígenes, el único cereal procesado en la fábrica de la actual Tereos ha sido el maíz convencional. Este cereal debe cumplir una serie de requisitos de calidad, puesto que uno de sus destinos finales puede ser la alimentación humana, animal o el sector farmacéutico, donde tanto la normativa europea como los propios clientes exigen requisitos muy estrictos.

Desde finales del siglo XX, con la introducción del maíz OGM en los campos aragoneses, Tereos se vio obligada a diseñar e implantar un sistema de trazabilidad propio que garantizara que el maíz que entra en la fábrica está exento de contaminación cruzada con maíz OGM (Organismo Genéticamente Modificado). 

El maíz ofertado por Tereos es convencional, evitando la contaminación cruzada con maíces transgénicos.

El maíz ofertado por Tereos es convencional, evitando la contaminación cruzada con maíces transgénicos. / Tereos

Dicho proceso de trazabilidad se inicia antes incluso de la siembra, tomando muestras de los lotes de semillas que se van a sembrar. Después, cuando el cultivo está todavía desarrollándose, se toman muestras de las hojas y también de las mazorcas para certificar que no ha habido contaminaciones de ningún tipo con OGMs. 

Para todo esto, Tereos cuenta con un equipo propio de ingenieros agrónomos dedicados al asesoramiento técnico en campo y a la gestión con los agricultores, a los que acompañan durante todo el proceso del cultivo del maíz

Control exhaustivo de micotoxinas

Sin embargo, el actual caballo de batalla de Tereos Iberia no es la contaminación del maíz convencional o isogénico a través del maíz OGM o transgénico, sino las micotoxinas que pueden proliferar en el cereal y que resultan un peligro para la salud tanto animal como humana. 

Para controlarlas, Tereos también realiza diversos controles antes del proceso de compra y en el momento en que los camiones entran en la fábrica con el objetivo de garantizar que el maíz procesado cumple con las estrictas condiciones establecidas en alimentación humana, animal y para el uso farmacéutico

Apuesta por la responsabilidad social

La planta de Tereos situada en Aragón procesa cerca de 400.000 toneladas de maíz al año, lo que equivale a más de la mitad del maíz de la comunidad y a una superficie de 100 hectáreas diarias. En su apuesta por la calidad como factor estabilizador, Tereos da empleo a unas mil familias, entre plantilla fija, contratistas, transportistas y agricultores.

La sostenibilidad y descarbonización se posicionan como principales preocupaciones de la empresa. Para reducir su impacto ambiental, Tereos tiene previsto realizar una inversión de más de 15 millones de euros para favorecer el empleo de tecnologías más eficientes, la sustitución de combustibles fósiles y la reducción del consumo de agua. Asimismo, otro de sus retos más acuciantes es el desarrollo de una agricultura sostenible.

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