Dispone de una amplia barra, además de un buen espacio para mesas. De pie o sentados, los parroquianos pueden disfrutar de una amplia variedad de raciones: vieiras, mejillones, calamares, torreznos (que ponen para llevar)... Incluso el postre, si en lugar de picar se opta por comer en familia, se sirve en un plato común como si de una ración más se tratara. Mención especial merecen los fritos y las salmueras, que son excelentes.