Una auténtica sidrería vasca trasplantada al barrio de Santa Isabel, en Zaragoza. Con siete cupelas en las que se almacenan otras tantas sidras diferentes, a disposición del público, sin límite ninguno. Con mesas corridas, como manda la tradición, la comida está en consonancia: productos sencillos, elaborados lo justo, muchos de ellos a la brasa. Croquetas de chuletón, Espárragos de Navarra, Garbanzos con bacalao, Txistorra, Alubias de Tolosa con sus sacramentos, Patatas asadas, Tortilla de bacalao, Queso con nueces y membrillo. Para los irredentos tienen cerveza y vino. Además de diferentes menús a precio cerrado, cuentan con servicio nocturno de taxi para la vuelta al centro de la ciudad. Es un lugar ideal para reuniones de empresa, amigos y familiares. Dispone de jardín y bodega privada. Es habitual ver su gastroneta en todo tipo de eventos.