Protegido por una muralla medieval que aún conserva su hermosa Torre del Homenaje, el Monasterio de Piedra es un lugar único. En él es posible sumergirse en un auténtico monasterio cisterciense del siglo XIII donde la historia se vive en cada estancia. Además, su idílico Parque Jardín Histórico, con refrescantes cascadas y una exuberante vegetación, es el sitio perfecto donde desconectar estas vacaciones de Semana Santa.

El visitante puede disfrutar e impregnarse del aura mágica que desprende el Monasterio de Piedra, un lugar ideal donde relajarse en familia o con amigos.

Un paraje natural

Un paraje natural

Lago del Espejo y cascada en el Jardín. Foto: Monasterio de Piedra.

Lago del Espejo y cascada en el Jardín. Foto: Monasterio de Piedra.

Lago del Espejo y cascada en el Jardín. Foto: Monasterio de Piedra.

El recorrido del Parque del Monasterio de Piedra no deja de asombrar a quien lo visita con unos maravillosos rincones. A la belleza propia del río que atraviesa la zona se debe añadir el rumor de sus cascadas y el verdor de sus alrededores, la quietud de sus lagos, y el cantar de las más de 20 especies de aves que pueblan el entorno.

Catalogado como Paraje Pintoresco Nacional el 28 de diciembre del año 1945, el Gobierno de Aragón lo propuso en el 2010 para convertirse en Conjunto de Interés Cultural en la categoría de Jardín Histórico. De igual forma, ostenta el título de Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento y es en la actualidad uno de los parajes más espectaculares de Europa, además de haber sido galardonado con la Medalla al Mérito Turístico por la DGA en el 2011.

También es imprescindible conocer el turismo enológico de la comarca de Calatayud. Fueron los romanos quienes plantaron las primeras vides en el siglo II a.C., y fueron los cristianos quienes recuperaron su importancia tras la Reconquista como un cultivo colonizador. A finales del siglo XIII, los monjes del Monasterio de Piedra promovieron la plantación de la vid en esta zona, y las bodegas del entorno dan fe de la importancia enológica en estas tierras. Además, la cillería del Monasterio de Piedra aloja el Museo del Vino D.O. Calatayud y está incluido en la Ruta del Vino de Calatayud.

Algunas novedades

Desde que el Monasterio de Piedra cerrara sus puertas al recrudecerse la pandemia del covid-19 no han dejado de trabajar para completar y mejorar la visita y para adaptarse a las medidas de seguridad y prevención de contagios del virus.

Tras la reapertura el pasado 13 de marzo, las instalaciones cuentan con algunas novedades. Entre ellas se encuentra la recuperación, después de cuatro años cerrado, de uno de los espacios más emblemáticos del Jardín Histórico: el Lago del Espejo. Tendrá un recorrido que permitirá a los visitantes disfrutar de una inédita perspectiva del lugar. También, como novedad, se ha ampliado el contenido del Jardín con un recorrido botánico adicional, dentro del cual se podrá disfrutar de una extraordinaria panorámica del monasterio cisterciense y de su gran riqueza botánica. El recorrido se ha diseñado para poder conocer de cerca las más de 50 especies de árboles y arbustos autóctonos que se encuentran en el Monasterio. Para facilitar la comprensión de los menos versados en estudio de la flora, se han instalado carteles explicativos que muestran de manera didáctica y entretenida la gran variedad de especies.

Interior del monasterio cisterciense. Fotos: Jaime Galindo / Monasterio de Piedra.

Interior del monasterio cisterciense. Fotos: Jaime Galindo / Monasterio de Piedra.

La zona monumental no tendrá visitas guiadas, una medida adoptada con el fin de facilitar el cumplimiento de las distancias de seguridad. Como novedad, las salas del Monasterio Cisterciense contarán con códigos QR, de modo que los visitantes podrán consultar información de interés sobre cada una de ellas en sus dispositivos móviles.