Dinópolis se ha convertido en todo un referente a nivel nacional en el mundo de la paleontología. Desde que en el año 1998 se creó la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis, la provincia no ha dejado de recibir gente interesada en todos los hallazgos que se han ido haciendo, ya no solo en la capital turolense, sino en muchas zonas que han cobrado una gran importancia a la hora de conocer más sobre la formación de la vida y sobre esas criaturas extraordinarias que habitaron la Tierra.
El gran parque central se encuentra en la ciudad de Teruel, pero este cuenta con siete centros más en las localidades de Albarracín, Riodeva, Rubielos de Mora, Galve, Ariño, Castellote y Peñarroya de Tastavins. En todos ellos, los turistas se pueden convertir en expertos paleontólogos y retroceder millones de años de la mano de los diferentes tipos de dinosaurios que habitaron en cada uno de estos lugares.
Hoy en día los paleontólogos siguen descubriendo nuevos fósiles que adentran a la sociedad un poquito más en el pasado.
Hace poco más de un mes se dio a conocer el último y espectacular hallazgo de la Fundación Dinópolis. Se trata de 400 nuevas huellas de dinosaurios encontradas y documentadas en dos yacimientos de El Castellar (Teruel), que se descubrieron en las excavaciones llevadas a cabo en el año 2021 en los yacimientos de icnitas de dinosaurios El Pozo y El Hoyo en El Castellar.
Carretera al pasado
Y para que nadie se pierda ningún nuevo descubrimiento, en octubre del año pasado se puso en marcha La Carretera de las Huellas de Dinosaurio, una ruta de unos 50 kilómetros que discurre principalmente por tres carreteras de la provincia de Teruel (A-228, TE-V8001 y TE-V-8010), entre la comarca de Gúdar-Javalambre y la comarca Comunidad de Teruel.
Esta ruta ha querido integrar en un único recorrido las zonas más importantes donde poder parar a ver diferentes yacimientos de huellas de dinosaurios que actualmente son Bien de Interés Cultural. Dicha carretera pasa por municipios como El Castellar y Galve, Cedrillas, El Pobo, Ababuj, Aguilar del Alfambra y Camarillas.
Restos en Zaragoza y Huesca
Tras cruzar toda esta zona, los dinosaurios continuaron su ruta por Aragón pasando por Zaragoza, concretamente en el yacimiento de icnitas El Paso, en Villanueva de Huerva. En este municipio los turistas deben de encontrar a Toki, un Velociraptor ubicado al lado del nuevo centro de interpretación del municipio que está previsto que abra en marzo. Villanueva de Huerva se convierte así en el único municipio de la provincia donde se pueden ver restos de esta especie de dinosaurio.
Y del Velociraptor pasamos a seguir los restos del Balsisaurio y de Arenysaurio, hallados en Arén, en la Ribagorza. En esta localidad oscense se puede visitar el Museo de Dinosaurios, donde el público descubrirá que las últimas especies de estas criaturas antes de la extinción vivieron en esta zona.
Una vez aprendida la teoría, toca pasar a la acción desplazándose hasta los yacimientos donde se pueden ver tanto las huellas de dinosaurio como los fósiles y los huesos. En el yacimiento de Basi se puede disfrutar y observar los rastros de tres hadrosauridos gracias a la instalación de una plataforma a la que se llega después de un sencillo recorrido.
Con todos estos recorridos, Aragón se ha hecho un hueco en el turismo ligado a la paleontología y, quien quiera, solo ha de dejarse guiar por las huellas para adentrarse en un pasado muy muy lejano.
