Con la llegada del verano, son muchos los que buscan nuevas rutas senderistas que conocer. En el Pirineo aragonés existen excursiones con las que conocer algunos de sus ibones y los espectaculares paisajes que los rodean. Además, son accesibles para realizar con toda la familia.
Los ibones son pequeños lagos de origen glaciar que se sitúan en los Pirineos, generalmente por encima de los 2.000 metros de altitud. Estas rutas son frecuentadas habitualmente por turistas y gente de la zona que decide pasar un día rodeado de naturaleza. A continuación te mostramos cinco ibones que debes conocer.
Ibón de Astún
La ruta de los ibones de Astún es una de las más elegidas por los senderistas porque permite ir recorriendo alguno de los ibones más reconocidos del Pirineo aragonés. Además, cada persona puede elegir la ruta que realiza en función de su condición física y experiencia.
El recorrido comienza en la estación de esquí de Astún, que se encuentra a unos 1.600 metros de altura, y desde donde puede cogerse un telesilla que lleva hasta el Ibón de las Truchas en unos diez minutos. A partir de aquí, cada uno elegirá la ruta a realizar, pudiendo visitar el Ibón de Escalar, el Lac de Casterau, Lac de Bersau o el Lac du Miey.
Ibón de Piedrafita
Esta breve y sencilla ruta de unos seis kilómetros puede realizarse en unas dos horas de duración y permite conocer uno de los ibones más accesibles del Valle de Tena. El Ibón de Piedrafita se ubica a los pies de la imponente Peña Telera y su belleza es incalculable.
Para acceder al ibón será necesario atravesar una pista forestal. Además, en invierno se puede acceder con raquetas debido a la cantidad de nieve que se acumula. El camino se encuentra muy bien señalizado y es de fácil acceso.
Ibón de Plan
El Ibón de Plan, también conocido como Basa de la Mora, es uno de los enclaves más reconocidos del Pirineo. Está rodeado por enormes montañas y bosques de pino negro que se erigen sobre sus verdes praderas.
Para alcanzar el ibón hay distintas rutas, algunas más duras que otras. La más sencilla es la que nos lleva en coche hasta el Refugio de Labasar en coche. Desde allí apenas hay unos 20 minutos de ida y otros 20 de vuelta. Desde Saravillo puede realizarse una ruta a pie que cuesta unas 6 horas entre la ida y la vuelta.
Ibón de los Baños de Panticosa
El Ibón de Baños es el comienzo de una llamativa excursión de unas dos horas de duración que nos transporta al Balneario de Panticosa. Durante este recorrido se vislumbra un paisaje mágico, rodeado de altas montañas y de cascadas que llegan al ibón.
Pasado el Balneario podremos visitar el refugio de la “casa de piedra” y el mirador de la Reina, desde donde disfrutar de la asombrosa vista de los Baños de Panticosa. El río Caldarés será el acompañante perfecto durante el recorrido.
Ibones de Asnos y Sabocos
Estos dos ibones de localizan en las inmediaciones de la estación de esquí de Panticosa y pueden visitarse fácilmente gracias al telecabina de Panticosa. Motivo por el cual suele ser uno de los lugares más visitados y frecuentados por familias con niños en esta zona.
Para llegar a los ibones se puede realizar una ruta senderista desde Hoz de Jaca o desde Panticosa. Ambas tendrán una duración de unas dos horas y media de ascensión. Aunque se podrá evitar esta caminata eligiendo el telecabina, que únicamente funciona entre el 4 de julio y el 30 de agosto.
