Cuando Álex Pina (Pamplona, 1967) guionista de 'Los Serrano', 'Los hombres de Paco' y 'Vis a Vis' escribió el primer capítulo de 'La Casa de Papel' en la isla de Koh Chang, Tailandia, no se le pasó por la cabeza que crearía millones de adictos en 191 países, que Stephen King se pediría un cameo y que en todas las revueltas que sacuden el planeta los manifestantes llevarían la careta de Dalí o corearían el 'Bella Ciao'. Casi tres años después, en enero se estrena la cuarta temporada.

--¿Cuándo cayó en la cuenta de que había engendrado un fenómeno pop?

--En febrero del 2018, dos meses después del estreno en Netflix, nos chocó ver un 'tifo' gigante desplegado en un estadio de fútbol de Arabia Saudí. Pero la confirmación llegó cuando en el Carnaval de Río la gente iba disfrazada con el mono rojo y la careta de Dalí.

--La careta dio el salto del desfile a la protesta.

--Hemos visto que, donde más funciona la serie, es donde están peor. Brasil, Argentina, Francia, Arabia Saudí, los países de la cuenca del Mediterráneo... Hace poco, los profesores de la universidad chilena protestaron cantando el 'Bella Ciao'.

--¿Lo político entra en su fórmula del éxito?

--Entra el aplicar lo emocional a un asunto tan racional como es el atraco perfecto. La mezcla de ambas cosas que parecían incompatibles forman una identidad única y no preexistente.

--¿Robó usted algo alguna vez?

--Alguna chuche, quizá. Pero al ser un tímido patológico, soy un cagado para eso.

--Es igual. Le ofrecen el oro y el moro.

--(Ríe) Nos llamaron unos empresarios turcos y nos dijeron que pagaban lo que fuera por cenar con el elenco. Llegan peticiones así de todo el mundo, especialmente de países árabes. Uno quería cerrar la casa de Toledo, donde se rodó el 'golpe', para la boda de un hijo.

--¿Hay que haber vivido mucho para contar mejor?

--En mi caso el contar tiene que ver con leer y generar sinápsis, que son ramificaciones de ideas.

--¿Qué sinapsis van que se las pelan?

--Las relativas a la comedia y a la emoción.

--¿Se emociona tejiendo trama?

--Lloro de emoción todo el rato.

--¿Es más Berlín que El Profesor?

--Tengo un 50% de la trasgresión y la ambigüedad de Berlín un tío con un pie en la psicopatía y otro, en el hedonismo, pero me dedico a hacer cosas como El Profesor, porque un guion es una estrategia. Aunque si tengo que optar, diría que soy un hedonista militante.

--Tiene un pasado. Dirigió un garito en Pamplona, tuvo una banda de rock.

--Era un canalla, y lo soy. Y creo que eso tiene que ver con la parte de mi escritura que funciona.

--¿En qué sentido?

--Este país ha sido siempre muy militante del gamberrismo, y se lo está comiendo lo políticamente correcto. Yo intento venderle el gamberrismo a Netflix.

--Si echa la vista atrás, a 'Los Serrano' concretamente, ¿da crédito?

--El origen de 'La casa de papel' está en 'Los Serrano'! Ambas son comedias negras de raíz berlanguiana, con dos hermanos bien distintos. En cuanto a la repercusión, llevo 22 años escribiendo, he hecho ocho series y todo ha ido escalonado, pero el 'streaming' te lanza a la estratosfera y he tenido que aprender a vivir con la deformación que produce el éxito.

--El guionista era un ser en la sombra. Ahora firma camisetas.

--Las series son el movimiento popular contemporáneo más importante. El poder que tienen es la leche. Es como el que tenían los escritores en los 50 y 60, y que no tiene el cine, donde parece que Marvel se ha convertido en lo más creativo que se puede hacer.

--¿Hubo una serie fetiche en su infancia?

--'Verano azul'. Quedábamos en casa de una chica, en San Sebastián, para verla. Y mi iniciación sexual fue con 'Los ángeles de Charlie'.

--Era un niño solitario, cuentan.

--Mi madre tenía una tienda y llegaba a las 9 de la noche. Yo me dedicaba a leer, en francés y en castellano. Cinco horas al día. Soy un poco la oveja negra de la familia. Mi hermano es doctor en Inteligencia Artificial y mi hermana, ingeniera aeronáutica. Ellos eran los grandes cerebros y yo, el desgraciadito de Letras.

--La providencia le deparaba fortuna.

--Ejercí cinco años como periodista, pero soy más guionista que cualquier otra cosa.

--Compite en la liga de campeones. ¿Cómo hacer una chilena detrás de otra?

--Intentamos hacer una ficción lateral. Cuando estudiamos una secuencia, nos preguntamos: "¿Alguien la ha visto?". Si se ha visto, no se pone. También he aprendido que el diseño de la identidad de los personajes es más importante que la trama.

--Elija una escena suya entre todas.

--Un momento que me gusta mucho es cuando la inspectora Murillo le cuenta al Profesor los malos tratos.

--Una cosita más: ¿Nairobi muere?

--No lo pregunta en serio, ¿verdad? Solo le diré que en la cuarta temporada habra gustos y algún disgusto.