El Festival de Eurovisión ha resistido al paso del tiempo mejor de lo que algunos pronosticaron, y este año vuelve tras la suspensión de la edición de 2020 por la pandemia del coronavirus con el formato que parece haberlo perpetuarlo como el mayor espectáculo televisivo internacional de la canción.

El certamen, basado en el Festival de la Canción de San Remo, nació en 1956 impulsado por Marcel Bezençon, presidente de la Unión Europea de Radiodifusión, como una idea revolucionaria por el formato de un evento de este tipo: la retransmisión en directo simultánea para varios países, incluso pese a que ese año lo fue de forma principalmente radiofónica.

Desde entonces y hasta 2020, el certamen no falló nunca a su cita.

'Refrain', de Lys Assia, primera ganadora de Eorovisión:

A lo largo de su historia, el festival ha evolucionado tanto en el plano tecnológico como en el del marco del propio concurso, abierto cada vez a más países, hasta superar claramente los límites de Europa.

A su esencia internacional, Eurovisión ha sumado con el paso de los años acentos de gran parte del todo el mundo, como ha sucedido con la participación de Marruecos, Israel, Chipre, Azerbaiyán, Armenia e incluso Australia.

En sus primeras ediciones, Eurovisión encumbró a muchos de sus ganadores, que lanzaron desde el trampolín del concurso canciones que se convirtieron en éxitos internacionales

El paso del tiempo también derribó una de las reglas que definieron al festival en su primera época. El concurso permitió desde 1973 cantar en un idioma diferente al del propio país. Y solo un año después, el grupo sueco ABBA ganó cantando en inglés 'Waterloo', una de las canciones legendarias del certamen.

Eso sí, antes, el ingenio de los compositores permitió éxitos como el 'La La La' de Massiel, ganadora de la edición de 1968 con una letra que permitía llegar más fácilmente a todos los públicos en un concurso internacional. El éxito acompañó a España una segunda vez, solo un año después, con el 'Vivo cantando' de Salomé. Fue la última victoria de nuestros representantes.

Eurovisión se mantiene en general fiel a su estilo musical, con los cambios lógicos de las modas, pero casi siempre en el marco de la canción melódica, el pop o el dance clásico. Estos parámetros, sin embargo, se los han saltado a lo largo de los años un puñado de concursantes, entre ellos el grupo finlandés Lordi, que llevó incluso su tema 'Hard Rock Halleluyah' a la victoria en 2006, en uno de los hitos de la historia reciente, como también lo fue el triunfo en 1998 de 'Diva', de Dana Internacional, la primera mujer transexual en ganar el concurso.

Hoy, tras superar en las últimas décadas algunos baches de audiencia por la pérdida de interés entre los espectadores, Eurovisión vuelva ser uno de los grandes acontecimientos televisivos en directo a escala internacional, impulsado también en parte por las redes sociales y el fenómeno 'eurofan'.