José Luis Moreno ha sido detenido en su domicilio de Boadilla (Madrid) en el marco de una operación que tenía como objetivo desmantelar un supuesto grupo criminal presuntamente liderado por el productor y empresario y en el que habría más de cincuenta implicados.

El productor televisivo, que ha sido acusado son organización criminal, estafa, blanqueo y alzamiento de bienes, fue una figura reconocida la televisión, donde comenzó como ventrílocuo. Antes de lanzarse a producir sus propios programas y galas, Moreno hizo populares en España a sus muñecos, Monchito, Macario y Rockefeller.

El primero de ellos era un joven ataviado con una gorra y que solía 'avergonzar' a su ventrílocuo con sus impertinencias. Por su parte, Macario fue recordado por su frase “¡Ay qué contento estoy!”. En este caso se trataba de un señor con bigote y boina y un tanto vulgar que también sacaba los colores a Moreno, pero que se ganó al público con su humildad y problemas de pobre.

Sin embargo, el más popular fue Rockefeller, un cuervo vestido de chaqué y que siempre llevaba las manos en los bolsillos. Este personaje tenía una voz grave y áspera y solía ser el más duro con Moreno, al que insultaba constantemente. Popular por sus gestos obscenos mientras decía lo de "¡Toma, Moreno!", cruzó el charco y fue conocido hasta en Italia.

Los muñecos de Moreno, populares en los 80 y los 90, fueron desapareciendo de la televisión cuando los gustos comenzaron a cambiar. Sin embargo, gracias a ellos se hizo dueño del espectáculo en TVE, con numerosas galas y programas de variedades, como el recordado 'Noche de fiesta', que tuvo varias etapas. La última, emitida en 2015 bajo el nombre de 'La alfombra roja palace', fue retirada abruptamente por el fracaso de audiencia y crítica.