Fayna Bethencourt sigue viviendo un infierno por culpa de su expareja, Carlos Navarro 'El Yoyas', que sigue en busca y captura tras una sentencia que le condenó a ingresar en prisión por violencia de género. Fayna le ha contado a Risto Mejide en 'Viajando con Chester' la realidad de la historia que vimos nacer en 'Gran Hermano', donde se enamoró del lado más amable de un hombre que se encargó de mostrarle su mejor versión.

Durante su entrevista con el presentador, la canaria reveló cómo su infierno empezó progresivamente: "El hecho de haber empezado en 'GH' nos condiciona mucho, porque nos aislamos. El maltratador es una de las cosas que lo hace. Conmigo lo tuvo fácil porque mi familia estaba lejos", declaraba poniendo algunos ejemplos de 'amor romántico' con los que Carlos Navarro la había enamorado. 

Sin embargo, fue en una tarde en Madrid cuando, por primera vez, 'El Yoyas' habría "apretado tan fuerte la mano que las lágrimas saltaron". Fayna entró en una "confusión" debido a esta situación, según comentó en el formato de Cuatro.

"Estábamos en la fase de luna de miel. El maltratador no entra de golpe (...) Las agresiones más brutales fueron al final de la relación. Al principio empezó con toques: apretón de manos, pisotones con el talón... Eran pequeños toques de atención. Perdón no me decía y si lo decía era 'esta reacción mía lo has provocado tú'. Y con esa respuesta violenta ante lo que él dice, empiezas a modificar tu comportamiento", explicó. 

"Llega un punto de inflexión bastante duro y es una agresión física muy dura en el que me agrede físicamente de una forma brutal. Todo eso se relató en una sentencia. Me deja el cuerpo lleno de moratones. Siempre tuvo cuidado de no dejarme marcada la cara (...) Es difícil porque a veces parece que hablo de otra persona. ¿Cómo pude perder el control de mí misma de esa manera? Me he dado cuenta de que hay un paralelismo en una relación de maltrato con el de una secta", ha relatado en 'Viajando con Chester'.