Hay muchos aspectos de la vida que no conocemos y que ignoramos. Y pequeñas decisiones y momentos que lo cambian todo. El pasado jueves se hizo Rafa Castaño con el mayor bote de la historia de la televisión en España (2.272.000 euros) tras vencer a Orestes Barbero después de más de 200 programas de intensísima lucha.

Lo hizo haciendo historia, consiguiendo completar el rosco de Pasapalabra entero del tirón, sin dudar y ante millones y millones de espectadores que se pegaron a la pantalla para ver semejante momento histórico. Porque la rivalidad entre Orestes y Rafa ha sido tremenda.

Pero ha habido un momento que ha salido a la luz que lo pudo cambiar todo. Es bien sabido que Rafa Castaño es un as de la lingüística y que tiene un nivel cultural altísimo (de otro modo jamás podría haber conseguido el bote), pero esa gran capacidad la pudo haber mostrado en otro programa mítico como es ¡Boom!

En el espacio que conducía Juanra Bonet (y que ya no se emite más, aunque se van a poner los fines de semana los capítulos grabados) ha tenido durante sus años de emisión a equipos míticos.

Los Lobos estuvieron más de 500 programas y se llevaron un bote de más de 6 millones de euros (a repartir entre cuatro), Los Dispersos estuvieron más de 300 programas, Los Rockcampers...

Pues uno de esos, concretamente Los Dispersos, estuvieron a punto de contar con Rafa Castaño, pero al final una llamada lo cambió todo.

Así fue la historia

Óscar Díaz fue uno de los integrantes de Los Dispersos y ha subido a sus redes sociales una fotografía con cinco personas. Cuatro de ellas son las que participaron en el programa y la quinta es el mismísimo Rafa Castaño.

"Me gusta esta foto de 2016 por lo que se ve (cinco amigos disfrutando en la feria de Jerez, con ganas de reír, vivir, hablar y compartir) y por lo que no se ve, ya que fue el comienzo de muchas cosas", dice la publicación.

Y sigue la historia: "De allí (como suelen proponerse estas cosas, por las risas y entre vinos y cervezas) salió la idea de escribir a ¡Boom!, y tiempo después nos llamaron para nuestro primer casting. En aquel momento, Miguel Ángel Gómez andaba por Japón, así que Rafa Castaño cerró el cuarteto. Lo de ¡Boom! tardó en concretarse, y cuando nos llamaron para hacer otra prueba (a finales de 2018), Rafa andaba pasapalabreando y Miguel Ángel había vuelto de Japón. Como era lógico, se produjo el relevo natural. Después de aquello, mil aventuras (catódicas o no) para los cinco, muchísimas de ellas venturosas".