Inés es una chica joven que se presenta como alguien sencilla, con muy mala experiencia en el amor. Asegura que "los chicos tienen la cabeza en Honolulu". Esa mala suerte que ha tenido unida a que su madre fue al programa unos meses atrás y le salió bien, ha impulsado a Inés a ir al programa en busca del amor.

Por su parte, Joel, es humilde ya que aunque se considera guapo tiene claro que para gustos los colores. Asegura que ha tenido épocas en su vida en las que triunfaba bastante pero que justo ahora no está en su mejor momento. Carlos Sobera le dijo al verle que era alguien especial, y Joel se arrancó a cantar, lo que avergonzó enormemente a Inés. Hablando sobre a lo que se dedica, ha contado que es árbitro de fútbol a la par que estudia un módulo de gestión administrativa.

Ella, a pesar de comenzar a estudiar estética, no lo acabó pues no le entusiasmaba y empezó a trabajar para poder independizarse. Ahí ha llegado otro punto en el que no encajaban. Ella cuenta que siempre, al salir de trabajar, se toma una cerveza, algo que Joel detesta. "Vamos mal", dijo ella al ver que a Joel no le gustaba la cerveza.

A Inés le ha gustado Joel por ser un chico correcto y educado, asegurando que se le ve muy "cayetanito", aunque lo de que sea catalán le echa un poco para atrás porque dice que son muy agarrados y "echados para adentro".

La decisión final

A pesar de ello, la cita ha ido por buen camino, incluso han hablado sobre un viaje a Lérida, y Joel no ha dudado en decirle que la tarta estaba tan buena como ella. En la decisión final, ambos dijeron que sí que tendrían una segunda cita.