Este es el dineral que cobraba Kiko Matamoros en 'Crónicas Marcianas'

Kiko Matamoros ha sorprendido a más de uno con una revelación sobre el sueldo que cobraba en el mítico programa de Telecinco, Crónicas Marcianas. Durante una entrevista en el pódcast 'Special people club', presentado por Esty Quesada, también conocida como 'Soy una pringada', Matamoros se abrió sobre su paso por la televisión y algunas anécdotas de esa época.

El tertuliano, quien hoy colabora en otros programas, compartió que su experiencia en Crónicas Marcianas fue algo único, describiéndolo como un espacio donde la televisión se hacía de forma mucho más libre que en la actualidad. "Era una televisión salvaje, algo que hoy en día sería impensable", dijo Matamoros, refiriéndose a la libertad que había tanto en la creatividad como en la forma de trabajar en aquel entonces.

Pero lo que más llamó la atención fue el jugoso sueldo que recibía por sus apariciones en el programa. Según sus propias palabras, Matamoros cobraba 4.000 euros por solo 40 minutos de trabajo en la mesa de tertulianos. “Me llevaba 4.000 pavos por 40 minutos en la mesa”, reveló el colaborador, dejando claro que en aquellos tiempos, participar en un programa tan popular como Crónicas Marcianas no solo ofrecía visibilidad, sino también una buena compensación económica.

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Además, en esa misma entrevista, Kiko también se refirió a su hermano, afirmando que no era cierto que él ganara más. Según explicó Matamoros, su hermano aseguraba haber llegado a cobrar 18.000 euros por programa, pero Kiko lo desmintió, aclarando que en realidad ganaba 6.000 euros. “El anormal de mi hermano dice que se llevaba 18.000 euros, pero eso es mentira. Llegó a cobrar 6.000 por programa”, comentó con su característico tono irónico. También aclaró que no fue su hermano quien decidió irse del programa, sino que fue Sardà, el presentador, quien decidió despedirlo.

Sin duda, estos detalles han captado la atención tanto de seguidores del colaborador como de aquellos que recuerdan con nostalgia los tiempos de Crónicas Marcianas. Lo que es evidente es que la televisión de antes no solo era distinta en contenido, sino también en las cantidades que se manejaban para quienes participaban en ella.