Shock en Pasapalabra ante el adiós de Manu: "No me quiere mirar..."
Roberto Leal subraya la situación de tensión vivida en plató

Roberto Leal, en 'Pasapalabra'.
Irene Roma
La expectación en Pasapalabra es máxima con un bote que está a punto de superar los 1,4 millones de euros y unos concursantes, Manu y Rosa, que todas las tardes dan claras muestras de poder llevárselo en cualquier momento pero que también viven en la cuerda floja y pueden ser eliminados en un abrir y cerrar de ojos, tal y como se vio en el último programa, cuando la situación de peligro real que vivió uno de los concursantes llevó al presentador de Pasapalabra, Roberto Leal, a subrayar la situación de "congoja" que se vivía en plató.
Es cierto que tanto Manu como Rosa gozan de una preparación extraordinaria y que ambos ya han rozado el bote de Pasapalabra con los dedos al haberse quedado a muy poca distancia del gran premio del concurso. Sin embargo, el recorrido que tienen ante sí es una carrera de obstáculos en la que no tiene por qué ganar el más rápido, sino el que más resista, ya que también han de superar exigentes pruebas en las que cualquier resbalón puede enviarlos directos a casa y dar al traste con su participación en el programa.
Peligro en Pasapalabra
No hay compasión en este aspecto y ya son varios los concursantes que, tras aguantar decenas de ediciones de Pasapalabra, de repente tienen un mal día y sucumben ante otro aspirante que los destrona y los deja fuera del concurso. Le ocurrió a Nacho Mangut y a Jaime Conde, por poner ejemplos relativamente recientes, aunque son muchos los que han sido víctimas de la temida silla azul.
A ella está condenado el concursante que ha perdido el rosco de Pasapalabra en el programa anterior. Para salvarse, debe enfrentarse a un nuevo aspirante y no cometer más de un error, puesto que el que tenga dos fallos, queda automáticamente eliminado; el otro se adjudica la silla del equipo azul y pasa a disputar el rosco de Pasapalabra y todas las pruebas previas encaminadas a conseguir tiempo extra.
En el último programa de Pasapalabra, Manu fue quien tuvo que afrontar la silla azul. Es una situación tensa, como los millones de telespectadores que cada día ven el concurso pueden apreciar a simple vista. Cristina, la azafata del programa, así lo recalcó al presentar al madrileño antes de dar paso a su nuevo e inmediato contrincante. "Tengo aquí a Manu, que cuando está en la silla azul no me quiere mirar mucho...", señaló.
El concursante confirmó sus palabras con una sonrisa nerviosa y ratificó las impresiones de Cristina y del presentador, Roberto Leal: "Sí, en el último programa no había más... ", en referencia a que no consiguió superar a Rosa en el rosco de Pasapalabra y, ahora, tenía que enfrentarse a la silla azul y a la posibilidad de quedar eliminado si no estaba a la altura.
Roberto Leal, instantes antes, ya había mencionado la situación en la que se encontraba Manu al asegurar que los dos invitados que debían acompañar al concursante del equipo azul, Elena Rivera y Julio Salinas, estaban "serios" y muy callados, esperando para ver quién ocupaba finalmente la silla. "Hoy hay silla azul y hay que ver quién va a estar con Elena y Julio -aclaró el presentador-. Están los dos muy serios y llevan un rato sin ni siquiera mirarse porque tienen ahí los una congoja... como diciendo: ¿quién me acompañará?"
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