Menos de una semana después de arrancar 'El quinto día', llega a nuestras pantallas otra serie sobre nuestro maltrato del planeta y las consecuencias a las que nos exponemos. El drama de ciencia ficción 'Un futuro desafiante' (Apple TV+, desde el viernes, día 17) es menos terrorífico, pero, a la vez, da más miedo. Detrás de ella hay un guionista y director adepto de la investigación preparatoria y capaz de dar una terrible apariencia de verdad a escenarios supuestamente fantasiosos. En 'Contagio', solo uno de sus diversos guiones para el director Steven Soderbergh, se adelantó casi una década a situaciones que nos tocaría vivir con el covid-19. Revisar aquella película en plena pandemia fue escalofriante: el antiguo 'thriller' paranoico era ahora un documental. 

Media década antes, Burns había producido un documental en toda regla, el oscarizado 'Una verdad incómoda', adaptación de un 'slide' de Al Gore sobre los peligros del calentamiento global. Podemos entender 'Un futuro desafiante' como una extensión ficcional de aquel proyecto, que tuvo una secuela en 2017: a veces, la mejor forma de transmitir un mensaje, de hacerlo digerible y que se asiente en el espectador, es dramatizándolo y poniéndole rostros carismáticos, algo de lo que esta serie anda sobrada. 

Meryl Streep, Edward Norton, Sienna Miller y Kit Harington, entre muchos otros, han querido sumarse a la ambiciosa odisea de Burns a través de más de tres décadas (2037-2070) del posible futuro cercano de la humanidad. Casi cada episodio se centra en un año, una perspectiva y una temática diferentes: naturaleza, industria, religión, todo lo que nos rodea y nos constituye

De la sátira al melodrama

La acción arranca, densa e intensa, en '2037', cuando Tel Aviv acoge una edición 46 de la COP (cumbre del clima de Naciones Unidas) con controvertida cuestión principal: la posibilidad de limitar el calentamiento futuro del planeta a los dos grados Celsius, en lugar de los 1,5 apuntados en el Acuerdo de París.

En ese laberinto ético y político se mueven personajes de lo más diverso, de los negociadores de la cumbre al magnate tecnológico (Kit Harington en modo Elon Musk) cuya empresa tiene las patentes de las tecnologías de desalación y depuración que podrían solventar sequías alrededor del mundo. De Nicholas Bilton, que así se llama (como el famoso periodista de tecnología), se rumorea que está asociado a un resbaladizo promotor (Matthew Rhys) para levantar un casino sobre el círculo polar ártico. Suena a subtrama de 'Succession'.

Ya en '2046', la sátira oscura cede paso al melodrama. Sienna Miller toma protagonismo como Rebecca Shearer, archivista de Menagerie2100, compañía de tecnología genómica que se ha impuesto la misión de salvar a animales y plantas de la extinción; ellos deciden cuáles y con qué métodos, a veces éticamente cuestionables. Pero para decisión dudosa, una del creador de la serie: Rebecca no solo habla con una ballena por una tecnología traductora, sino que adjudica al animal la voz de su difunta madre (Meryl Streep).

Más sensible que sensiblero resulta '2047', relato de los intentos del rabino Marshall (Daveed Diggs, del musical 'Hamilton' y el grupo rap Clipping) por mantener (literalmente) a flote su sinagoga de Miami frente a la subida del nivel del mar y las tormentas tropicales. Por el camino, toma decisiones moralmente discutibles a la vez que entabla amistad con una adolescente judía, Alana (Neska Rose), en plena e hilarante crisis de fe. 

Entre el desencanto y el optimismo

Por momentos se puede ver al propio Scott Z. Burns dirimir sus conflictos internos a través de sus personajes y las discusiones entre ellos. La serie alterna entre lo desencantado y lo optimista, lo amargo y lo inspirador, igual que su autor. "La gente que me conoce probablemente dirá que tiendo a ser más oscuro y seco que muchos otros humanos. Pero sé que tenemos todas las soluciones a todos estos problemas", ha dicho esta semana en 'The New York Times'.

Burns tampoco tiene dudas sobre la belleza de la tecnología futura. Como se puede esperar en los productos Apple, 'Un futuro desafiante' cuenta como principal atractivo con un diseño visual de brillo cegador, además de un catálogo de avances tecnológicos que incluye monitores translúcidos, gafas de realidad virtual nada feas y (Zuckerberg coge aire) algo parecido a 'Horizon worlds', el primer metaverso de Meta.