Se le escapó de la mano en Río 2016 y ha tenido que esperar un año más por la pandemia, pero Cristina Ouviña, ahora sí que sí, va a cumplir su gran sueño, que es disputar unos Juegos Olímpicos. Se terminó la espera. En la madrugada del domingo a las lunes, a las 3.00 horas, la selección española femenina de baloncesto se estrena en Tokio frente a Corea del Sur con la obligación de ganar, en el que será el gran estreno de Cristina Ouviña en el torneo que tenía entre ceja y ceja desde hace muchos años.

El combinado dirigido por Lucas Mondelo debe vencer sí o sí. Primero, porque delante tiene, a priori, a su adversario más asequible del grupo y superar al cuadro surcoreano allanaría el camino hacia la siguiente fase. El primer objetivo, evitar problemas indeseados ya de primeras. Y segundo, porque después de un decepcionante Eurobasket, en el que España se quedó sin medalla y sin Premundial, necesita un triunfo que refuerce la moral del grupo. A partir de ahí, a crecer y a buscar medalla, aunque la hoja de ruta invita a andar con pies de plomo por el gran nivel de las rivales que tendrá España delante.

En la memoria, aquel recuerdo de Río 2016, cuando la selección española fue capaz de subirse al segundo escalón del podio y colgarse la medalla de plata tras caer ante la invencible Estados Unidos. De aquel equipo al actual han cambiado muchos nombres, incluido el de Cristina Ouviña, pero no el espíritu.

La zaragozana arriba a su cita anhelada siendo el termómetro de la selección. Pese a no haber disputado unos Juegos, ya tiene experiencia más que suficiente en grandes torneos y en vestir la camiseta de España, lo que le da empaque de jugadora más que importante para las aspiraciones del combinado nacional. En cuanto a números y sensaciones, Ouviña está en el mejor momento (hasta ahora) de su carrera deportiva y tiene la oportunidad de refrendarlo en el torneo de los torneos. De hecho, presumiblemente será una de las jugadoras con más minutos, más volumen de juego en sus manos, más anotación y, sobre todo, más asistencias de la selección española.

De cara a estos Juegos, en comparación con el Eurobasket de Valencia, España recupera a Alba Torrens y Tamara Abalde, dos jugadoras fundamentales. Y aparte de Ouviña, también deberán aparecer nombres con gran experiencia en este tipo de competiciones como Laura Gil, Laia Palau, Astou Ndour o Silvia Domínguez, además de confiar en jóvenes valores como Raquel Carrera, una de las grandes esperanzas del baloncesto español. Después de Corea del Sur llegarán dos adversarios de gran dificultad como Serbia, que es la actual campeona de Europa, y Canadá, que está llamado a llegar lejos en los Juegos.