La nadadora australiana Emma McKeon ratificó el predominio de las velocistas australianas en estos Juegos de Tokio, tras coronarse este viernes campeona olímpica de los 100 libre con un tiempo de 51.96, nuevo récord olímpico.

Un triunfo que ya anticipó la contundente victoria del cuarteto australiano en la final del relevo 4x100 disputada el pasado domingo en la que McKeon, Meg Harris y las hermanas Bronte y Cate Campbell adornaron su oro con un nuevo récord del mundo.

Por eso a nadie le extrañó que Emma McKeon y Cate Campbell afrontaran la final con el primer y tercer mejor tiempo de todas las participantes.

Una tiranía a la que sólo se atrevió a oponerse la hongkonesa Siobhan Haughey, plata en los 200 libre en estos Juegos, que logró colarse en las semifinales entre la dos representantes australianas.

Circunstancia que no impedía plantear la final como un duelo entre las dos nadadoras oceánicas, una batalla entre McKeon y Campbell, que se repartían las seis mejores marcas mundiales del año antes del inicio de la cita olímpica.

Una lucha en la que, como de costumbre, fue Emma Mckeon la primera en golpear con sus fulgurante puesta en escena.

Sin embargo, quien respondió a McKeon no fue su compatriota Cate Campbell, sino la hongkonesa Siobhan Haughey, que saltó a la piscina dispuesta a presentar batalla.

Y es que si McKeon fue la más rápida en el poyete de salida con un tiempo de reacción de 0.58, la siguiente fue Haughey, que entró en el agua por delante de Cate Campbell.

Posiciones que se mantuvieron a la conclusión de los primeros 50 metros, que Emma Mackeon completó en primer lugar con una ventaja de 2 centésimas sobre la hongkonesa Siobhan Haughey y de 11 sobre su compatriota Cate Campbell.

Mínimas diferencias que hacían presagiar una intensa pelea por la medalla de oro, que McKeon se encargó de evitar con una sensacional actuación en el segundo largo de la prueba.

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Y es que McKeon fue la única de las ocho finalistas capaz de volver en menos de 27 segundos, tras recorrer los últimos 50 metros en unos fulgurantes 26.88.

Trepidante ritmo que permitió a McKeon colgarse la medalla de oro con unos sensacionales 51.96, que no sólo le permitieron rebajar el récord olímpico -52.13- que ella misma había establecido en las semifinales, sino situarse en la segunda posición de la clasificación mundial de todos los tiempos.

Todo un "marcón" que posibilitó que la australiana aventajase en 31 centésimas a su más inmediata perseguidora, la hongkonesa Siobhan Haughey, que se impuso con un tiempo de 52.27 en la disputa por la medalla de plata a la oceánica Cate Campbell, la vigente subcampeona del mundo, que logró el bronce con un crono de 52.52 segundos.

Evgeny Rylov se corona rey de la espalda

Si la velocidad femenina en la capital japonesa es australiana, la espalda lleva en Tokio el nombre propio del ruso Evgeny Rylov, que añadió este viernes al oro que ya conquistó en los 100 el título de campeón olímpico de los 200 espalda.

El ruso Evgeny Rylov gana el oro. EFE

Un doblete que emuló al que logró en los pasados Juegos de Río el estadounidense Ryan Murphy, que si en la prueba del hectómetro debió conformarse con la medalla de bronce, en los 200 subió un escalón el podio y se colgó la plata.

Y es que Murphy nunca pudo cuestionar el dominio de Rylov, que lideró la prueba con claridad del primero al último largo.

Una superioridad que se reflejó en las 88 centésimas en las que el ruso, oro en los pasados Mundiales de Gwangju, aventajó a Murphy, tras imponerse con un tiempo de 1:53.27 que suponen nuevo récord olímpico.

Shun Wang sube dos peldaños en el podio

Por su parte, el nadador chino Shun Wang subió dos peldaños en el podio y cambió el bronce que conquistó hace cinco años en los Juegos de Río por el oro, tras proclamarse este viernes nuevo campeón olímpico de los 200 estilos.

Wang, que ya había firmado el mejor tiempo de las semifinales, hizo valer su fortaleza en la posta final de nado libre para imponerse en una final que, como de costumbre, el estadounidense Michael Andrew acaparó en sus primeros metros.

De hecho, la batalla pareció ceñirse durante tres cuartas partes de la prueba al duelo entre el nadador chino y el norteamericano, que se hundió por completo en el último largo.

Circunstancia que no desaprovechó Shun Wang para alzarse con un tiempo de 1.55.00 con la victoria por delante del británico Duncan Scott, plata con una marca de 1:55.28, y del suizo Jeremy Desplanches, que se colgó el bronce con un crono de 1:56.17.

Tatjana Schoenmaker, récord del mundo en los 200 braza

La sudafricana Tatjana Schoenmaker cumplió con los pronósticos y se proclamó campeona olímpica con nuevo récord del mundo incluido, tras imponerse este viernes en la final de los 200 braza de los Juegos de Tokio con un tiempo de 2:18.95 minutos. Schoenmaker, que ya había rozado el récord tanto en las preliminares, donde estableció una nueva plusmarca olímpica, como en las semifinales, a la tercera pudo, por fin, rebajar el récord -2:19.11- de la danesa Rikke Moller Pedersen vigente desde el ya lejano 2013. De hecho, la sudafricana, que ya se colgó la medalla de plata en la final de los 100 braza, no solo destrozó la plusmarca de la nórdica, sino que se convirtió además en la primera mujer en la historia en bajar de la barrera de los 2:19 minutos.

Schoenmaker adorna el oro en 200 braza con un sensacional récord del mundo. EFE

Schoenmaker, que ya hizo historia en 2019 tras convertirse en la primera nadadora sudafricana en subir a un podio mundialista tras colgarse la medalla de plata en Gwangju 2019, encontró en la final lo que le había faltado en las series, una oponente. Y qué mejor rival que la estadounidense Lilly King, bronce en la prueba del hectómetro, y que si destaca por algo es por su fiereza como competidora, tal y como no tardó en comprobar la nadadora sudafricana, que vio como King la aventajaba en 41 centésimas al llegar el ecuador de la prueba.

Pero la mayor resistencia y, sobre todo, la fortaleza terminal de Tatjana Schoenmaker acabó con una Lilly King que hasta ahora siempre había obtenido mejores resultados en distancias más cortas como los 50 y los 100, en las que la estadounidense es la vigente campeona del mundo. Aunque ni así dejó de pelear King, que pese a su esfuerzo, no pudo evitar la escapada de la sudafricana como demuestran las 97 centésimas en las que Schoenmaker acabó distanciando a la norteamericana, plata con un crono de 2:19.92 minutos.

Mucho más atrás quedó la también estadounidense Annie Lazor, que con una marca de 2:20.84 se colgó una medalla de bronce que le ayudará a superar definitivamente la depresión en la que cayó tras la repentina muerte de su padre el pasado mes de abril.

Dressel, récord olímpico de los 100 mariposa

El estadounidense Caeleb Dressel estableció un nuevo récord olímpico en la prueba de los 100 metros mariposa tras firmar este viernes un tiempo de 49.71 segundos en las semifinales de los Juegos Olímpicos. Dressel rebajó en 40 centésimas la anterior plusmarca olímpica que había establecido apenas unos minutos antes el húngaro Kristof Milak, y es que el nadador norteamericano, que firmó en el Centro Acuático de Tokio la segunda mejor marca de todos los tiempos, sólo superada por los 49.50 que el propio Dressel posee como récord del mundo, no está dispuesto a que nadie le aparte del oro en los 100 mariposa.

El estadounidense Caeleb Dressel. EFE

Es una de las seis medallas de oro a las que Caeleb Dressel aspira en los Juegos Olímpicos de Tokio, en los que el nadador de Florida ha subido ya dos veces a lo más alto del podio en los 100 libre y en el relevo 4x100 libre.