Joshua Cheptegei, plusmarquista mundial de 5.000 metros, remató la estrategia ugandesa con una victoria incontestable en la final olímpica fulminando con la ayuda de su compañero Jacob Kiplimo al español Mohamed Katir, que había causado sensación este por sus marcas en 1.500, 3.000 y 5.000 metros.

El último cambio de Cheptegei, a 500 metros, dejó sin piernas a sus principales adversarios, que no llegaron al esprint con la frescura necesaria de piernas para arrebatarle la gloria.

Cheptegei, que había sido subcampeón en el 10.000 el primer día del atletismo en los Juegos, se impuso con un tiempo de 12:58.15, por delante del canadiense Mohammed Ahmed (12:58.61) y del estadounidense de origen keniano Paul Chelimo (12:59.05), en tanto que Kiplimo pagó su esfuerzo con el quinto puesto y Katir acabó descolgado, octavo con 13:06.60.

Uganda obtuvo así su primera medalla de oro olímpica en atletismo, en una carrera que buscaba sucesor para el británico Mo Farah, vencedor los dos últimos Juegos.

Antes de llegar a Tokio, Kiplimo, de 20 años, no había perdido un 5.000 en pista desde el mundial sub-20 de 2018.

En la nómina de favoritos, junto a los ugandeses, aparecía esta vez un español, Mohamed Katir, la sensación del año, que en una temporada gloriosa ha ganado tres mítines de la Diamond League y ha barrido con los récords de España de 1.500, 3.000 y 5.000 metros.

El murciano estaba en la final de 5.000, su única prueba, con piernas menos cargadas que otros rivales, y en la carrera de Florencia, la mejor del año, había sido cuarto con 12:50.79, dos puestos por delante de Cheptegei. El vencedor, Jakob Ingebrigtsen, eligió en Tokio los 1.500.

Cheptegei puso su ritmo desde el disparo, alternando con Kiplimo para alcanzar el primer mil en 2:38.00. Katir marchaba en el centro de un grupo estirado. Un escenario conocido para el español, similar al de los mítines de la Diamond League.

El segundo mil (5:14.10) todavía no rompió el paquete, tampoco el tercero (7:55.25), a un ritmo de 62 segundos por vuelta.

A tres giros del final apareció Kimeli arriba, junto a Chelimo, que provocaron un corte de 9 para negociar los últimos 800 metros. El tirón de Cheptegei en el 500 terminó por descolgar a Katir, que iba ya con lo justo, quedándose centímetro a centímetro y finalizando octavo la prueba.

Katir siempre estuvo en la mitad del grupo y sus intentos de progresar a partir de los 2.000 metros no fueron fructíferos. Antes de afrontar la última vuelta, un nuevo acelerón le terminó descolgando de cualquier opción para las medallas, pero aún tuvo fe para hacerse con el diploma olímpico, el octavo de la delegación nacional de atletismo en Tokio. Su tiempo, 13:06.60, muy lejos de su plusmarca nacional (12:50.70) del pasado mes de junio.