El aragonés Jesús Vallejo (Zaragoza, 1997) lo tiene claro: “Hay que disfrutar lo que estamos viviendo porque no lo vamos a vivir nunca más”. Con la oportunidad de ganar un oro olímpico el sábado, el capitán de la selección española de fútbol olímpico atiende a EFE y asegura que, “de momento”, no está nervioso y pondera el haber asegurado la plata porque “no es nada fácil”. La próxima semana, con un metal al cuello, tocará pensar en el futuro y el defensa quiere volver a estar en “Disney World”, en referencia a las instalaciones del Real Madrid que aprovechaba a todas horas consciente de las oportunidades que le ofrecían. “Mi ilusión es quedarme”, desvela un Vallejo que puede ganar un oro en Japón; lugar que, por Oliver y Benji, tiene la culpa de que un gran aficionado a la Fórmula 1 y a Fernando Alonso haya sido futbolista.

¿Está nervioso?

No, de momento no. Tenemos todavía bastante reciente el partido de Japón y nos estamos recuperando de ese partido, que fue bastante duro. Ha sido bueno dejar pasar un poco de tiempo, gracias al día extra de descanso, es bueno darle al tiempo que recupere.

¿Son conscientes de que ya han ganado una medalla?

A mí me pasa que algunas veces parece que no hemos ganado nada y otras que dices “bueno, ya tenemos una plata”. Por supuesto que vamos a pelear por el oro, pero hay que ser conscientes y recordarse a uno mismo que ya tenemos medalla asegurada. No es nada fácil haber llegado hasta aquí.

Usted es el capitán de este equipo. Aquí no se levanta trofeo… ¿qué supone para usted ser el capitán?

Es un privilegio poder representar a mí país y mis compañeros, intento ser capitán dentro y fuera del terreno de juego. En esta concentración ha habido muchas gestiones que hacer, dificultades y circunstancias. Pero ya estamos dónde queremos.

El delegado de la clase.

A veces toca un poco esa función, sobre todo fuera del campo. Ayudar a todo el mundo, echar una mano para coordinar todo, aunque tendremos personas detrás que nos ayudan siempre.

En la rueda de prensa posterior a las semifinales contra Japón dijo que todo lo que había hecho estos dos últimos años había estado enfocado a estos Juegos Olímpicos. Explíquese.

Me refería a la decisión de salir del Wolverhampton e ir a Granada. Tenía clarísimo que quería formar parte de un equipo en el que estuviese a gusto personal y deportivamente. Por eso fui a Granada en navidades de 2019 y tras la pandemia quise seguir una temporada más, porque vi que era el sitio perfecto para crecer como jugador y como persona. Gracias a que en Granada se han hecho las cosas muy bien, estoy aquí.

Usted tiene una Liga de Campeones en su palmarés, ha jugado en grandes Ligas… ¿por qué son tan especiales unos Juegos Olímpicos para un futbolista?

Sobre todo porque en el caso del fútbol es algo único. Yo tengo 24 años y estos son mis primeros, últimos y únicos juegos (ríe). Parece que uno los tiene que disfrutar al máximo y empaparse de la experiencia Olímpica. Ahora tenemos a un paso el oro… además vivirlo con gente de tu edad. Hay muchos compañeros que conozco desde los 16 o 17 años y es algo increíble; es distinto el ambiente que se vive en una selección como esta.

Usted está para todo. Donde le pongan, y sale con una gran actitud desde el banquillo. ¿Cómo lo lleva?

Fíjate que cuando he estado en Madrid y Zaragoza no me tocó salir ni una vez los días que estuve en el banquillo. Y fíjate cómo es el fútbol que luego en Granada me ha tocado salir un montón de veces; que se lesiona Foulquier y me toca salir para cinco minutos, otras para todo el partido… gracias a las experiencias que he vivido, sobre todo esta temporada, me han enseñado que la gente del banquillo tiene que vivir el partido como si fuera a jugar. Es mi forma de vivir las cosas, con la camiseta y espinilleras puestas.

¿En qué más ha cambiado desde aquel 2019 cuando ganaron el Europeo sub-21?

De personalidad parecida. Vas cogiendo experiencia en el fútbol profesional, conociendo a la gente que te ayuda más y la que menos… tienes más visión de cómo son las cosas y no estás solo en lo que es el rendimiento deportivo. Ayuda tener una visión global.

Me han dicho que cuando llegó al Real Madrid la Ciudad Deportiva del Real Madrid era como Disney World para usted.

No sé quién te lo habrá comentado, pero es tal cual (ríe). Pasaba más tiempo allí que en casa porque me gustaba cuidarme. Era consciente de que esas instalaciones no las tienen todos los equipos y que cuando sales de Madrid no vas a tener esas facilidades; aunque luego te adaptas a todo. Ojalá este año pueda volver a Disney World.

La importancia de darse cuenta de que es feliz cuando eres feliz, y no después.

Por supuesto. No sabes dónde vas a estar el día de mañana. Por ejemplo, como he dicho, disfrutar lo que estamos viviendo aquí en los Juegos Olímpicos porque esto no lo vamos a vivir nunca más; nos quedan tres o cuatro días de vivirlo al máximo y que no nos los quite nadie.

Antes comentábamos el tema del Real Madrid. Se han ido Sergio Ramos y Raphael Varane, ¿lo ve como una gran oportunidad para usted?

Sí, soy consciente de que cuando vuelva de estos Juegos Olímpicos tanto Dani (Ceballos) como Marco (Asensio) como yo volveremos a Valdebebas y a afrontar la temporada; que empieza la Liga en la misma semana en la que volvemos. Ha venido muy bien esta competición para ir rodados. Hasta final de agosto ya sabéis que los deportistas estamos con la maleta preparada, pero mi ilusión es quedarme, hacer las cosas bien e intentar aportar mis cualidades al equipo.

Hablé con Rafa Mir hace unos días. Él sí que está pendiente de un cambio de equipo y me decía que buscaba algo tan simple como ser feliz. ¿Usted también?

Tengo facilidad para adaptarme a distintas situaciones. En el extranjero, en España, en Madrid o donde toque. Ojalá la temporada que viene esté en Madrid, pero voy a ser feliz, eso lo tengo claro.

La última. Ahora que está tan cerca del oro, ¿tiene alguna promesa por cumplir?

Nada, las promesas después. Cuando lo consigamos, lo que toque en el momento con la medalla puesta (ríe).