Los comentaristas más proclives a defender al PP y a criticar al PSOE se han movilizado ante el riesgo de que sus preferencias no sean coincidentes con los resultados electorales. Pero su entusiasmo derechista es tal que en lugar de apoyar al Gobierno y al partido que lo sustenta se dedican a señalar sus errores y defectos para regocijo de sus adversarios. Son ya varios los columnistas identificados con el PP que han manifestado su convencimiento de que en ese partido están haciendo todo lo posible para perder. La huelga, el decretazo , el contradecretazo , la supresión del PER y la falta de coordinación frente a la marea negra, todo ello mezclado con las previsibles diferencias que puedan surgir con el orden sucesorio en el liderazgo, han sido destacadas como etapas hacia la vuelta al Gobierno de los socialistas, una hipótesis que puede poner los pelos de punta a quienes se ensañaron con el PSOE derrotado, después de haber conspirado para acabar con su poder. En las últimas generales, hasta la derecha más extrema votó por el PP ante el riesgo de que el pacto entre Almunia y Frutos fuese en serio. Pero ahora, tras condenar el PP el franquismo y con un socialismo de cara lavada y sonriente, los resultados pueden ser otros.

*Periodista