ENSEÑANZA

Matizaciones

***Miguel Angel Ruiz Carnicer

***Zaragoza

Le ruego publique en su diario los siguientes comentarios a la noticia publicada por ustedes el día 14 de febrero pasado con el título de "Malestar en Filosofía por el cierre temporal de la Biblioteca". Dejando de lado el enfoque de la noticia, que destacaba los problemas e inconvenientes del traslado y no tanto los nuevos servicios que pronto se podrán utilizar, en esa información se achacaba en exclusividad a las "vacaciones del personal de la biblioteca" el hecho de que no se pudiera hacer el traslado después, dando así la impresión que era el personal de la Biblioteca el que "obligaba" a hacerlo en este momento.

El elegir la segunda quincena de febrero ha sido el resultado de tener en cuenta muchos aspectos, entre otros el gran retraso en la entrega de la obra y las demoras en el amueblamiento, que hacían difícil dilatar más la inauguración del edificio y, por otro lado, la complejidad del traslado, que hace recomendable el efectuarlo en dos fases. El retrasar el traslado de la totalidad de los fondos al verano hubiera supuesto precisamente el no poder comprometernos --dadas las necesidades de adaptación de los fondos-- a que estuviera la Biblioteca en servicio a finales de agosto, momento en el que se celebran ya los primeros exámenes de la convocatoria de septiembre en la Facultad de Filosofía y Letras. A ello se une el natural hecho de que sería más difícil contar con todo el personal en julio y en agosto, máxime cuando este personal ha sido y sigue siendo fundamental no sólo para llevar adelante la puesta en servicio del nuevo edificio sino también el traslado de los fondos de la biblioteca en las mejores condiciones posibles como esperamos hacerlo a pesar de las naturales dificultades en una tarea de esta complejidad. Sin la disponibilidad y generosidad de este personal, que va más allá de sus obligaciones laborales, sería muy difícil conseguir este objetivo.

*Vicedecano de Infraestructuras y Servicios de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza.

SOCIEDAD

Las dos Europas

***Miguel Moll

***Zaragoza

Ha existido siempre la vieja Europa, que con parámetros de la tradición cultural se considera la parte más antigua del planeta, el viejo mundo junto con Asia y Africa, con lo que América se convierte en el Nuevo Mundo. La idea de Europa sentida como una unidad es antigua y ha sido recogida con entusiasmo por quienes propugnan la consolidación de Europa. Dicha unidad puede percibirse como un espacio político, pero, sobre todo, se ha venido entendiendo también como expresión de una civilización considerada como la resultante de la mezcla de tres herencias: la helénica, la romana y la cristiana. Parece ser que para algunos gobernantes existe otra vieja Europa, asociada a la demencia senil y por lo tanto no tiene facultades para entender las guerras modernas, guerras donde los intereses políticos y económicos priman sobre la vida de las personas, y por eso quizás ahora tengamos que elegir la Europa a la que queremos pertenecer, a la aliada incondicional del Nuevo Mundo o la de la civilización con conciencia de ciudadanía y el sentido de la libertad. Habría que preguntarse qué se pretende ganar alineándose con las tesis guerreras de Estados Unidos, petróleo, poder político, en contra de la mayoría de los países europeos, y mientras se mantenga el eje franco-alemán no parece razonable, en todo caso sería el poder del principio del fin.

Dijo Churchill en Zurich en 1946 "Debemos construir los Estados Unidos Europeos", desde entonces son muchos los esfuerzos invertidos en esta tarea, se han tenido que superar etapas muy duras para llegar donde estamos, por eso líderes europeos como Blair, Berlusconi y Aznar deberían reconsiderar sus estrategias políticas de cara a seguir consolidando el espacio político y económico que supone la vieja Europa.