Fuentes gubernamentales confirmaron anoche que España participará militarmente en el ataque contra Irak si lo decide la ONU, pero se resisten a decir que no lo hará si la ofensiva norteamericana se hace al margen de ella. Aunque aún no se precisa en qué se concretará la participación militar de España si el Consejo de Seguridad bendice el ataque, el anuncio deja atrás la fase de ambigua moderación exhibida por Aznar tras las manifestaciones pacifistas de hace dos fines de semana. Empiezan a aflorar los compromisos del rancho de Bush. España se suma a EEUU y Gran Bretaña presentando ante la ONU una propuesta de resolución que en el fondo sólo persigue obtener amparo legal, sin plazos ni cortapisas, para desencadenar la guerra. De momento Aznar no dice que su apoyo a lo que decida Bush es incondicional, pero tampoco afirma lo contrario. Aunque hay muchas posibilidades de que al final tenga que pronunciarse. Como el pulso en la ONU tiene resultado incierto, pues Chirac, Schröder y Putin insisten en dar tiempo para intentar que el desarme de Irak sea pacífico, Bush al final querrá saber quiénes le apoyan si desencadena unas hostilidades por su cuenta. Entonces Aznar nos tendrá que decir toda la verdad sobre su postura.