Bajaba la ciudadanía contra la guerra, ya un poco abatidos los semblantes, con una cierta resignación ante la cumbre criminal en medio del Atlántico. Y luego dicen que hay menos reservas para la semana santa. Que han caído un 20%. Bajaba la ciudadanía herida de realidad, sangrando un poco por las pegatinas. La OMS alerta de una nueva enfermedad, una neumonía rara, cada año trae su espongiforme, su sida, su muerte moderna, además de las plagas de los pobres, además de los misiles, que ya colean inquietos en sus carísimos embalajes.

Bajaba la manifestación del segundo mes un poco apagada, casi rezando por todo ese hierro que van a soltar en Mesopotamia. Terror anticipado, anunciado, terror en los turistas. Acaso guarde relación este encogimiento del turismo con la subida del parqué. A medida que avanzan los preparativos, las manifestaciones se van convirtiendo en sepelios, en procesiones, con los bombos ensayando con más rabia que nunca. Se nos va yendo el año señalado con cruces negras en la agenda de Bush. Más valía que no hubiera dejado de beber. En un pueblo de Avila, Hoyo de Linares, han votado electrónicamente, en un experimento apoyado por dos ministerios. La pregunta del referéndum experimental era acerca de la fecha de la romería. La técnica -que si es más avanzada se llama tecnología-, siempre al servicio de la guerra. No preguntan por la guerra, sino por la romería. Luego se les escapa la tecnología, la paz se coordina por e-mail, y tienen que gastar una barbaridad para neutralizar al mundo civil, civilizado, que vota cada cinco minutos No a la guerra, No a la lapidación, No al caciquismo global. Los damnificados por las inundaciones se manifiestan en la plaza del Pilar. Pasada la crecida mediática, las administraciones vuelven a lo suyo, que es ganar las elecciones. Protestan los inundados de que las promesas rimbombantes de los políticos de gira en el clímax de la riada, no se han cumplido, protestan porque no hay coordinación entre las administraciones: si esa proliferación de organismos y organigramas sólo sirve para reñir y cuñadear, es una vergüenza. En Vadorrey, cuando ya no había crecida, se les seguían inundando los garajes. Si no se saben coordinar es que son unos ineptos, que sólo valen para el momento de la foto. Y encima, perdimos el partido.

*Periodista