Los médicos recibimos a diario en los hospitales prensa monográfica del gremio. En ella se plasman nuestras miserias y alegrías: médico denunciado y condenado, la tuberculosis aumenta, el sida se estabiliza, nuevo fármaco para el Alzheimer, técnica radiológica para el tratamiento de las metástasis hepáticas. Cosas así. Pero el pasado 13 de marzo, en El Observador de la actualidad médica encontré una excepción: en la columna El antídoto venía un artículo titulado ¡Viva Labordeta ! Lo firmaba La Viuda Negra.

Entre otras cosas, y respecto de la reciente irritación en el Parlamento del paisano, decía: ¿Quién no ha sentido alguna vez la tentación de hacer lo que hizo Labordeta? ¿Quién no ha deseado en algún momento colocarse el poder por montera y lanzar el grito de la minoría por los aires? Pues eso es exactamente lo que hizo el lúcido Labordeta, cansado de ser un cero a la izquierda en un Parlamento que le tolera y sonríe sus exabruptos como lo hace con las tonterías de una mascota. Creo que me voy a empadronar en Aragón para poder sentir que alguien, desde la mística inaccesible del poder, defiende mi pequeñez.

*Doctor en Medicina y radiólogo