La puesta de largo presidencial abundó en algunas curiosidades y en gruesos olvidos.

Por ejemplo, en el que incurrió Javier Arenas al enumerar, como partidos con representación parlamentaria en las Cortes de Aragón, al PSOE, al PAR, al PP y a la CHA, sobreseyendo el escaño de Adolfo Barrena, la representación de Izquierda Unida. Los camaradas de la coalición, allí presentes, con su diputado al frente, emitieron el correspondiente respingo. Un error de los servicios de prensa del ministro de Administraciones Públicas.

José Luis Rodríguez Zapatero, por su parte, andaba de bolos por Argentina. Desde que le han bailado el tango de los tránsfugas, el secretario general ha perdido la gardenia de Gardel. Y flota por el cabaré político sin letra ni pasodoble. Zapatero no va bien. Su ausencia en la tántrica toma de posesión de Marcelino Iglesias y sus tibetanos ángeles tuvo excusa, cierto, pero contrastó con su puntual y sonriente asistencia a la de Juan Alberto Belloch. La clá de abono de José Bono y Pepe Blanco, negro, el hombre, con el bandoneón de Tamayo y la liga de Teresa Saéz, no alcanzó a subsanar esta protocolaria omisión.

Tampoco se dejó ver en La Aljafería la presidenta del Congreso y parlamentaria por Zaragoza, Luisa Fernanda Rudi. Debía tener el fin de semana pleno de compromisos oficiales. Su asistencia, pienso que obligada, habría contribuido a realzar el acto, pero ya se sabe que la estrella popular es reacia a ceder protagonismo alguno. Son ésos y otros pequeños detalles los que le hacen gozar de tan buena prensa.

Tampoco vimos por allí a otro de nuestros congresuales astros, Gabriel Cisneros. Diputado conservador por Zaragoza desde el 2000, detenta el récord de incomparecencia en la plaza. Su afilada lengua, sin embargo, se mantiene activa. Así, a propósito de las alianzas post-electorales, acaba de declarar que, según él, para el PSOE los "pactos de progreso" lo mismo sirven para enmascarar los "acuerdos tutti-frutti" de Baleares, como sus íntimas coincidencias con IU, como "la extravagante decisión" de regalar a un minúsculo partido regional, de signo fuertemente conservador, la Comunidad de Cantabria, "o la de gobernar en Aragón con uno de los partidos más a la derecha que existen en todo el arco político". En estos sutiles piropos al PAR, Cisneros ha venido a coincidir con su colega Esperanza Aguirre, quien calificaba a los aragonesistas de "inconstitucionales", "oportunistas" y otras lindezas, comparando el partido de Biel con el de Gil y Tal . Cisneros, en una primera pinza de legislatura, que no será lógicamente la última, le ha venido a dar la razón a Chesús Bernal, de la CHA, cuando repite su mitinera coplilla de un PAR a la derecha.

Más olvidos. Con tanta actividad, el ex-alcalde Atarés, según revela el nuevo teniente del ladrillo, Jaime Gaspar, dejó la caja fuerte más pelada que la calva de Kojak . No hay un euro para gasto corriente, ni siquiera, afirma trágicamente el concejal, para el tóner de la impresora. El tantra de Gaspar no lo sedan ni los monjes de Panillo, "tercer ojo" del presidente aragonés.

*Escritor y periodista