Si monumentos, para qué cerrados, y si cerrados, para qué monumentos. Este axioma de cultura popular es el que preside el quehacer de los responsables de la dinamización turística del Sobrarbe. Esta comarca oscense, en colaboración con las diócesis respectivas, va a abrir al público cinco monumentos históricos artísticos. Esta experiencia pionera en Huesca pretende revalorizar el patrimonio y potenciar el flujo turístico hacia el Sobrarbe. Este enganche con el turismo cultural, cada día más demandado por los ciudadanos, es un camino para revitalizar la comarca y debería estimular a otras para emularlo.