Que la intermodal se hizo deprisa y corriendo es un hecho, pero que algunas partes del magnífico edificio se hicieron mal es también un hecho constatable, pues la obra no pudo resistir el domingo el reventón de una tubería en la avenida de Navarra. Es un defecto de forma que los nuevos edificios no estén preparados para afrontar las enormes carencias de la ciudad, y está claro que la estación no lo está, pues en pocos minutos se encharcó la primera planta del párking y se inundó la segunda porque sólo estaba operativo un sumidero. El resto de los desagües también estaba inutilizado, de ahí el chandrío que causó el reventón.