Decía mi abuela que más vale caer en gracia que ser gracioso, y seguramente, como siempre, tendría razón. Pero hay quien goza de ambas virtudes y las muestra públicamente. Carmen Pino de la Fuente (apellidos bien ecológicos como ella dice) deja la radio (la SER) en 5 días. La radio a ella nunca la dejara porque ese es un veneno insuperable que se lleva en la sangre y que mancha todos los órganos vitales de uno, y porque en la memoria de la radio de ayer y de hoy Carmen estará siempre. Compartí mis últimos 8 años laborales en la radio con profesionales magníficos y sobre todo grandes personas. Carmen es una de ellas, haciendo radio con soltura y adelantada en 20 años. Los oyentes la conocen porque saludaba las ondas a las siete de la mañana, porque animaba el Canal 2, precursor de los actuales 40 Principales, porque recorría Zaragoza en directo montada en su Microbús, porque compartió el mando de Coge la Radio y Corre o por el actual Estudio de Guardia. Pero los oyentes no saben del secreto placer del que yo gocé al tenerla como escondida compañera en La Rebotica que me tocó conducir. La Pino es la radio misma y la echaremos de menos. *Periodista