EDUCACION

Libros gratis

***Fernando Andino

***Zaragoza

Nuestra Constitución obliga a los gobiernos central y autonómico a garantizar una educación básica gratuita. Esta obligación se ha ido cubriendo tradicionalmente con una política de becas y matrículas gratuitas que evitaba, en lo posible, que muchas familias sufrieran económicamente por dar una educación a sus hijos.

El problema de las becas ha sido un cierto nivel de fraude insolidario en algunos sectores de la sociedad. La gratuidad de los libros de texto (no del material escolar en general) es un avance, pero no exento de contradicciones.

Como padre de un niño de 6 años que empieza Primaria y profesor en un centro de Secundaria, mi visión no es del todo optimista. Es obvio que las familias se ahorran un dinero, pero a medio plazo me crea inquietud la apuesta política del Gobierno autónomo en el tema de la gratuidad de los libros:

1) Los libros se deben reutilizar hasta su deterioro físico o higiénico, ¿cuántos cursos puede durar un libro?.

2) Los libros son de consulta, no se puede trabajar sobre ellos. Veo los libros de mi hijo de primero de Primaria (seis años) y son libros de trabajo, que no puede utilizar (¿la solución será hacer fotocopias o los cuadernos complementarios? ¿Es un cambio de hábitos pedagógicos saludable?)

3) Las familias deben comprar material complementario; creo que éste será cada vez más numeroso y sofisticado. (¡Estupendo para las editoriales!).

4) Genera mucha burocracia en los centros y conflictos con algunos alumnos y familias.

5) ¿Sustituye por completo a la política de becas?

Reflexionen ustedes, pero lo dicho, a medio plazo los padres a penas vamos a notar este ahorro en los libros de texto de nuestros hijos.

*Profesor de Educación Secundaria.

POLITICA

Rectifique sr. alcalde

***Trini Rincón

***Huesca

Parece que a estas alturas del debate las posiciones ya están claras. Hubo un alcalde de Huesca en la época franquista que gestionó la realización del parque Miguel Servet, y ahora hay otro, juancarlista de pasado republicano, que le quiere hacer un monumento.

Es más, el actual alcalde, elegido por sufragio universal, encabezó la lista del PSOE, partido que prohibieron los franquistas y del que fusilaron a muchos de sus militantes, seguramente a muchos padres, tíos y abuelos de los que hace un poco más de un año votaron por el sr. Elboj. Y ya se ha dicho todo: "A nadie obligaban a ser alcalde en los tiempos de Franco", "hubo críticas a la gestión del parque" o "hay otros personajes de más reconocido prestigio, como Ramón Acín que merece más esa distinción". Por no decir que Vicente Campo fue también concejal en la dictadura de Primo de Rivera (claro, allí el PSOE participó en el Gobierno del general).

Y en todo el debate público, los apoyos del alcalde vienen de la derecha militar retirada (entiéndase los militares del ejército franquista que sustentaron al dictador) mientras que las críticas a la surrealista idea vienen de la izquierda y del mundo de la cultura y la universidad.

Por todo ello, insisto, las posiciones ya están claras. O bien el alcalde rectifica y se olvida de hacer un homenaje a un franquista o bien persiste en su idea y anuncia, como nos tiene acostumbrados en una gran rueda de prensa--mitin, al autor de la estatua y la fecha de su inauguración (por Dios, que no sea el 18 de julio aniversario de la sublevación fascista).

*Responsable de política municipalde Izquierda Unida de Huesca