Ariel Sharon ha decidido que los palestinos de Yabalia deben hacer penitencia y ha encargado al ejército que se ocupe de ello, pues conocida es su profesionalidad en estos menesteres. El resultado ha sido que en dos semanas de la operación días de penitencia ha habido más de 120 palestinos muertos --la tercera parte niños-- y centenares de heridos, se han destruido decenas de casas y miles de personas viven hacinadas con escasez de agua y comida.

¿Qué pecado han cometido estas personas para recibir semejante castigo? En algún caso, como en el de la niña de 13 años Imán al Hams, su pecado ha sido el ir a la escuela con una bolsa y parecer sospechosa de ser una peligrosa terrorista. Otros niños y niñas han muerto de disparos por la espalda o sentados en la escuela. Con el paraguas de la guerra preventiva todo tiene justificación. ¿No es esto terrorismo? ¿Acaso el ejercito israelí no esta provocando el terror en las zonas ocupadas? ¿No produce terror la represión indiscriminada? Todos los estados tienen derecho a defenderse de los ataques terroristas pero el fin no justifica los medios. Utilizar los mismos métodos lejos de resolver el problema lo incrementa, deslegitima a quien lo hace y genera una espiral de violencia, como revela el hecho de que más del 60% de los palestinos está a favor de los ataques suicidas contra los israelitas.

Mientras tanto la comunidad internacional, tan comprometida en la lucha contra el terrorismo, no hace nada. Ni siquiera ha sido capaz, por el veto de EEUU, de sacar una resolución de la ONU condenando la masacre de Yabalia. Es más cómodo mirar hacia otro lado que enfrentarse a Israel y Estados Unidos pero si se permite que continúen las agresiones del gobierno de Sharon contra el pueblo palestino nadie tendrá autoridad para condenar el terrorismo, será otro ejemplo de la hipocresía de los países más poderosos, a los que solo les preocupa el terrorismo cuando les afecta directamente.

*Sindicalista