Algunos científicos e investigadores españoles cifran la esperanza de vida futura del ser humano en 140 años. El milagro se llama terapia celular. Terapéuticas células madre. Técnicas regenerativas harán posible esta prórroga vital.

El monje centroeuropeo Gregor Mendel --padre de la Genética-- ya descubrió en el siglo XIX que las poderosas células madre transmitían caracteres a las células hijas. Llegó a esta conclusión cruzando guisantes en el jardín de su convento. Parece simple; pero utilizó complejas operaciones matemáticas que, en primera instancia, pocos creyeron. Hombres de poca fe. Mendel --auténtico adelantado de su época-- hubiera contemplado con absoluta naturalidad los actuales vaticinios de longevidad más allá de los 100 años. Pronto nacerán niños que vivirán 140 años. Casi da vértigo. Tendrán más tiempo para todo. Para lo bueno y para lo malo. Más tiempo para dejar la casa paterna (¡qué buenas son las albóndigas con tomate de mamá!). Más tiempo también para trabajar (de jubilarse a los 65 años, nada de nada). Más tiempo para ir de médicos, con el miedo que a veces eso da. Qué quieren que les diga.

Doctor en Medicina y Cirugía y radiólogo