Los jugadores y el equipo técnico del Real Zaragoza tuvieron ayer una inesperada visita: la del propietario del club, Agapito Iglesias, que se presentó de improviso durante el entrenamiento en la Ciudad Deportiva. No son habituales las apariciones de Agapito en los entrenamientos, y mucho menos ayer que era la jornada más marcada del puente festivo. La gran sorpresa, no obstante, se la llevó un jugador que había obtenido permiso para abandonar el entrenamiento y regresó raudo y veloz cuando fue informado de la llegada del propietario.