La ilusión de hablar de los tranvías, metros, etc. Zaragozalind espera otra inyección, alguna tacada presupuestaria, a ver esos gobiernos. (Los teclados de los móviles, blackberrys, pdas, portátiles, hacen duendear a las letras/teclas: bobiernos). El Bobierno ha adjudicado una partida enorme al metro de ZGZ. La ilusión por hablar de temas tabuizados durante siglos (metro, cercanías) quizá alarga el periodo de hablar. Aquel Cascos aún negaba casi metafísicamente el derecho/necesidad a las cercanías. Autohablamos sin parar porque es una manera (virtual) de hacer. Hablando hablando se acaba por licitar. A veces el proceso habladurístico se prolonga tanto que ya no hay nada (de) que licitar. Porque la gente se ha ido (yendo). O se corta el pelo. En Teruel se rapan porque el bobierno de ZP no acaba de cumplir. Malaganismo Residual Incipiente. Hablando de los metros y sus trazados ya los vemos, ya casi los cogemos: coger el metro.

Hay, casi, hasta estaciones fantasma. Bueno, la del Canfranc, a medio rehacer, esas laderas, se va licitando. Es un poco metro el Canfranc. (Habría que instalar ya en ZGZ la señalética del Metro, para invocarlo). Hablar para hacer. Lo cañero de las sagas históricas que viene entregando José Luis Corral es que acaban por incidir en la hiperrealidad: una película: Independencia. Pa pa paaaa. Ya la vemos. Los créditos. Los extras a miles. No hay más realidad que una película, el cine. Y esa es otra de las cosas que a puro de hablarlas no llegan. No llegaban. Ahora sí. Al final el cine lo van a producir las comarcas (a lo mejor licitan el metro las comarcas). Primero las novelas, los personajes, el ambiente, el momento momentazo Corral. Todo eso ya está puesto, bien contado, a punto de guión, todo esto ya viene con el clímax de serie en las novelas. Luego que se rueden las sagas de Magdalena Lasala. Con esta aventura le vamos a perder el miedo al cine. Igual que se lo perdimos al metro, y a tantos otros innombrables. A fuerza de hablar de los temas los bobiernos acaban por retirar esa censura previa (metafísica inercial) de que en tal o en cual provincia no cabe esperar nada, esa rutina del no hacer y no exigir (resignacionismo). El AVE Madrid Teruel. (A la campaña de raparse el pelo por Teruel le falta una gran fiesta de calvos, un cotillón). (Milito falló el penal para no encarecer su traspaso).

Escritor y periodista