Cuando Zaragoza decidió organizar una Expo sobre Agua y desarrollo sostenible era consciente de que tenía que predicar con el ejemplo. Así pues, como un ejemplo de consecuente responsabilidad, han comenzado a circular por la ciudad los primeros autobuses urbanos impulsados con biodiésel. El objetivo es que en el 2011 toda la flota circule gracias a este combustible alternativo, más respetuoso con el medio al ser una alternativa a gasóleo fósil. Lástima que este empuje no se vea reflejado en otras prácticas de las administraciones, obligadas como están a dar ejemplo para que la capital se convierta en referencia de sostenibilidad.