El domingo pasado tomé rápida posesión de asiento y tila delante del televisor panorámico poco antes de la cinco de la tarde: la Sociedad Deportiva Huesca se jugaba en Écija por segundo año consecutivo --el curso anterior lo hizo en Córdoba-- el ascenso a la división de plata del fútbol español. Los dos goles de ventaja con lo que iba a comenzar el partido, fruto del buen resultado obtenido en territorio aragonés, parecían suficientes. Pero fútbol es fútbol y nunca se sabe lo que puede ocurrir a un solo y trascendental partido, la atmósfera caliente y aún más el fervoroso graderío andaluz del campo de San Pablo.

La tarde iba de santos. San Pablo apostaba por los ecijanos. Pero la sombra de san Lorenzo y san Jorge son muy alargadas y cobijan una barbaridad; tanto es así, que el espectro del patrón de Aragón nacido en Capadocia tuteló al equipo oscense durante todo el evento deportivo. Hasta el final, ni más ni menos. De esta manera, la noche del pasado 15 no se puso el sol en el estadio del Alcoraz, como en la primera noche que siguió a la victoria tras la contienda allí celebrada en 1096. San Jorge volvió a erigirse en mitológico estandarte de los aragoneses.

Tendremos por fin derbi aragonés la próxima temporada: no hay mal --descenso del Real Zaragoza-- que por bien no venga. Seis puntos a administrar en la próxima liga con buen criterio y escrupulosa deportividad, como hace poco hicieron Almería y Huelva en el campo del primero. Pues eso. Una inmejorable ocasión, además, para la confraternización de las aficiones. Fatos y cheposos todos a una.

Terminado el partido del ascenso José A. Martín Petón, buen valedor del equipo oscense, paseaba nervioso y abstraído por el vestuario entre los cánticos y abrazos de los jugadores y su entrenador Onésimo. Petón, impregnada de cava su vestimenta y todo él por la emoción, a buen seguro meditaba ya por el futuro inmediato del equipo y la responsabilidad contraída. Hoy miércoles sigue siendo día para la celebración deportiva aragonesa colectiva. Enhorabuena, Huesca.

Doctor en medicina y Cirugía. Radiólogo