INFRAESTRUCTURAS

Sangre por cemento

***Ana Cuevas Pascual

***Zaragoza

La banda terrorista ETA, pretende bañar de sangre todas las infraestructuras que se realicen en el País Vasco. Los cinco asesinatos de la central de Lemóniz, los tres muertos de Leizarán, los sabotajes de Itoiz y ahora, el infame asesinato de Ignacio Uria son ejemplos de la peculiar manera de defender el territorio que practican estos pistoleros. Pero que nadie se confunda.

Esta supuesta sensibilidad medioambiental, impuesta a su propio pueblo a fuerza de tiro en la cabeza, está situada en el ángulo diametralmente opuesto a la filosofía que impulsa el movimiento ecologista. El activismo en defensa del medioambiente, del que participo y participaré mientras me aguanten las piernas y el corazón, está íntimamente entrelazado al movimiento pacifista. Nuestro objetivo es convencer, pero jamás vencer por la fuerza que se obtiene del terror. Estos fascistas, que se proclaman abanderados en defensa de Euskal Herria, contaminan el discurso de los millares de personas que entendemos el ecologismo como una opción en defensa del planeta. Son solo unos asesinos que usurpan otras causas, para continuar retozando en el muladar pestilente en el que se ha convertido la propia.

NECROLÓGICA

Navidades laicas

***José A. Rovira

***Zaragoza

Las recientes iniciativas laicistas se han ido encontrando con repulsas de algunos segmentos de la sociedad, entre éstas algunas muy peculiares como la de que los trabajadores disfrutamos de días festivos gracias a las celebraciones religiosas.

A este respecto, no podemos olvidar que el desarrollo del cristianismo en la historia significó la asimilación de celebraciones de origen pagano; destacando las fiestas navideñas, las cuales tienen su origen casi en las mismas fechas en las Saturnales romanas, en las que se celebraba el fin del período más oscuro del año y el nacimiento del nuevo período de luz o nacimiento del Sol Invictus.

La sociedad civil se va dotando de nuevas celebraciones aconfesionales ajenas a la religión; destacan el Primero de Mayo como celebración común de todos los trabajadores; el Cinco de Marzo, celebrando la victoria liberal sobre los absolutistas carlistas; y el Día de la Constitución, celebrando el hecho de que los españoles nos dotamos de una carta magna que sustituyó el oscurantismo franquista y otras. Si nos quitamos la anteojera del prejuicio favorable cuando hablamos de religión nos encontramos con que el destino de los días festivos era el culto a Dios. Citando a la tan recurrida "Rerum Novarum" de 1891 con respecto a los días festivos: "no se trata de derechos de que el hombre tenga pleno dominio, sino de deberes para con Dios. Nadie, sin embargo, deberá entenderlo como el disfrute de una más larga holganza inoperante, ni menos aún como una ociosidad, engendradora de vicios y fomentadora de derroches de dinero, sino justamente del descanso consagrado por la religión". Lo que actualmente no tiene ningún sentido para la mayoría de la población. Por el contrario hay que exhortar a la sociedad civil a recuperar el espíritu de las Saturnales, días de bulliciosas diversiones, banquetes e intercambio de regalos.

Días de solidaridad y amor fraterno, sin necesidad de vincularlo a una o a otra religión. Es nuestro derecho, nos place y no por ello no debemos pedir permiso a nadie.