Algo falla con el novedoso servicio de cercanías de Zaragoza. Cada vez tiene menos usuarios, la estación de Miraflores sigue en estado lamentable mientras la nueva continúa en obras, y ahora resulta que el billete va a subir un 6,28%, por encima del IPC del transporte, que es el que se toma de referencia para la subida de los precios públicos del sector. Renfe está tan tranquila, el Adif, también, y el Gobierno de Aragón y los ayuntamientos de Zaragoza y Utebo, afectados en la medida en que sus vecinos son los usuarios, no dicen nada. Solo las organizaciones nacionales de consumidores se han quejado... A lo mejor tienen razón los que decían que este servicio iba a ser inútil.