En estos últimos días del año contemplamos el espectáculo político con especial interés y los componentes del drama adelantan, si no desenlaces, sí al menos tendencias significativas. Vemos a Rodríguez Zapatero saliendo poco a poco del bache político de la crisis económica, al haberse casi agotado las municiones de la oposición para desacreditarlo y al entrar en una fase resolutiva en el gran problema de la financiación de las comunidades autónomas, con todos los demás problemas de Estado relativamente bien encauzados. La punta ha sido la satisfacción manifestada reiteradamente por la presidenta de Madrid tras su encuentro de la Moncloa con el presidente. A Esperanza Aguirre sólo le ha faltado llamarle bonito a Zapatero, con la consiguiente conmoción interna de su partido, el PP, que nunca ha estado tan torpe como ahora para expresar su disgusto con la lideresa. A Zapatero también le favorece su convergencia con el PP en el elogio al discurso de fin de año del Rey y en la crítica a la decisión del Consejo del Poder Judicial de mantener indemne al juez Tirado.

Mientras que el presidente del Gobierno puede respirar relativamente tranquilo, al líder del PP se le acumulan los problemas y sinsabores y las disensiones internas en su formación. Contemplan con pavor la proximidad de las elecciones que van a preceder a los comicios generales del 2012, pero empezando por las gallegas del 1 de marzo, las vascas del mismo mes y las europeas de la primavera. En el PP todos saben, Rajoy el primero, que si el partido no hace buen papel, las espadas ahora en alto volverán a chocar como en la pasada primavera, tras las generales del 9 de marzo. Las figuras de Esperanza Aguirre y de Alberto Ruiz-Gallardón esperan su oportunidad, ya sin sosiego, porque también a ellos se les pueden agotar las oportunidades. Y se diría que a día de hoy las tendencias son relativamente favorables al PSOE, y no sólo por lo que acaba de decir Zapatero en sus declaraciones de este viernes, en las que vaticina un cambio de rumbo económico para la segunda mitad del año entrante.

Periodista