Es curioso, pero el anuncio por parte de Gallardón de que Madrid intentará organizar las Olimpiadas estivales de 2020 o 2024 apenas ha causado consternación entre nosotros. Y sin embargo esa concurrencia pone en peligro la candidatura zaragozana a las invernales del 2022, al menos en la misma medida que la inoportuna injerencia del catalán Hereu. ¡Pobre Tierra Noble y pobre pueblo crédulo, pillado siempre entre la Scylla central (cuyo peligro asumimos con mansedumbre) y la Caribdis periférica (a la que, sin embargo, nos enfrentamos con particular resabio). O sea, que si Barcelona no nos derrota en el corte del COE (Comité Olímpico Español), la propia capital del Reino nos hará la Pascua ante el COI (Comité Olímpico Internacional) pues nunca jamás se ha visto que un mismo país organice consecutivamente los Juegos blancos y los de colorines.

Belloch, parafraseando a Biel, su alma gemela, ha dicho que conseguir los Juegos sería lo más grande que le ha pasado a Zaragoza desde su fundación por Cesar Augusto (o así). El aserto es casi un desafío a la inteligencia del vecindario, pero nuestro querido alcalde no puede evitar sentirse atraído por el estilico de nuestro dilecto vicepresidente. Además, don Juan Alberto tiene razón en una cosa: si los de Madrid quieren complicarnos la ilusión olímpica que se preparen, pues Aragón empezó a jugar la baza invernal antes de que ellos se apuntasen a la opción veraniega. Y la veteranía es un grado, ¿no?

Los malasombras advierten que en una pelea con Madrid y Barcelona no es posible ganar, por aquello del peso demográfico, económico, electoral y demás. Pero aquí tenemos algunos ases en la manga. Experiencia, empeño en sostenella y no enmendalla y una opinión pública que no pone pegas a casi nada. Don Juan Alberto, además, dispone de recursos especiales. Por ejemplo, siempre estará a tiempo de pedirle a don José Ángel que le ponga en contacto con Samaranch (esté donde esté) a través del padrino de ILD (la promotora de Gran Scala), monsieur Dedé La Sardine, quien ha sido cuate y recuate de nuestro capo olímpico y entre ambos han muñido más de unos Juegos. ¿Grande? Esto va a ser grandioso.