Opinión

Cartas al director

EL PERIÓDICO publica opiniones, réplicas y sugerencias de interés general, respetuosas hacia las personas e instituciones, con un máximo de 15 líneas, que podrán ser extractadas. Aun así, resulta imposible publicarlas todas. Pedimos comprensión

EMPRESA FAMILIAR

Perseverancia

Carmen González Millán

Zaragoza

No es casual en estos tiempos que una empresa familiar sobreviva todavía a pesar de las crisis, vaivenes empresariales y acontecimientos varios.

Hace años este tipo de empresarios, sin muchos "masters" a sus espaldas pero con una visión y agudeza dignas de reseñar, lograron su objetivo en tiempos muy difíciles y consiguieron dar trabajo y bienestar a familia y empleados; lástima que muchas de ellas quedasen por el camino y otras, debido a la última crisis, no han podido sobrevivir.

Quiero hablar de mi abuelo, José Millán Royo; soy la mayor de todos sus nietos y conservo todavía memoria histórica de todo lo escuchado y después vivido; de cómo empezó, como fue y de qué forma se mantuvo.

Como mano derecha tuvo a su hijo mayor Pepe, que falleció prematuramente, pero juntos lograron su objetivo. Estalló la guerra civil y aún se montó una sucursal en el Paseo de la Independencia, que ahora cumple setenta y cinco años; dos hijos fueron a la guerra, Pepe y Tomás; mi madre, Carmen, también tuvo que echar una mano ante acontecimientos tan problemáticos.

Al finalizar la guerra, empezó la crisis, no había de nada, pero todos ellos persistieron, mi abuelo con su hijo Tomás y su otro hijo Alberto al frente de la sucursal de Independencia.

No pretendo en ningún momento que este escrito se asemeje a Dinastía, pero sí insisto que estas personas lucharon como lo hicieran los antiguos colonizadores del Oeste, ya que junto con mi admiración y respeto conservo testimonios verdaderamente entrañables dignos de reseñar.

Un cariñoso recuerdo a mis primos que todavía siguen en la empresa creada por mi "Yayo"

POLÍTICA

Fin de un sueño

Jesús Alijarde Cavero

Zaragoza

"Se puede engañar a todos un tiempo, y a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo", decía Abraham Lincoln. Afirmación incuestionable y reflejo de nuestra realidad. Tras innumerables discursos de desaceleración, brotes verdes y anuncio de fin de la crisis, la verdad deja de ser opaca y permite entrever las debilidades del Gobierno central.

Jubilados, enfermos, dependientes y funcionarios se acaban de convertir en los paganos de un presidente del Gobierno que más que dirigir un estado ha gestionado un cortijo de manera prepotente.

Ocultando la verdad a los ciudadanos desde el momento que fue elegido y despilfarrando dinero con planes E y devoluciones de 400 euros.

Hemos llegado al final del sueño del Sr. Rodríguez Zapatero de "aquí no pasa nada", "España está saliendo de la crisis", "hemos llegado a acuerdos con los agentes sociales para salir de la crisis". Lo peor es que han tenido que venir otros países vecinos a despertarnos de este sueño y así ver la cruel realidad de que llevamos mucho tiempo en llamas y ha sido el propio presidente del Gobierno el que ha avivado el fuego durante dos años.

Que lástima que no haya sido lo suficientemente valiente, o socialista, en la propuesta de reforma como para meter en cintura a los verdaderamente culpables de esta crisis, pero por desgracia bancos y patronal van a mantener su estatus de protección.

Sólo queda pedir honestidad y honradez al Sr. Zapatero para que asuma el engaño y corrija su política.

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