Opinión | el Sapo.

La afrenta a los militares del Yak

Los familiares de las víctimas del Yak-42, que arrastran el dolor de la pérdida de sus seres queridos hace ya siete años, han sufrido un nuevo revés en la reclamación de justicia con la suspensión de la entrada en prisión del general Vicente Navarro, aquejado de una grave enfermedad. Pero la indignación aumenta al comprobar que una hermandad castrense se hace cargo de las indemnizaciones impuestas a los tres condenados por haber falseado la identificación de 30 de losfallecidos. La hermandad no muestra demasiado sentido solidario al apoyar a unos compañeros causando la afrenta a otros.

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