Opinión

Sugerencia

Igual no va más allá de algunas declaraciones que han puesto nervioso a más de uno, pero en Aragón se ha abierto un debate sobre la posibilidad de que desaparezcan las diputaciones provinciales o las comarcas. Los que defienden las primeras apelan a sus 175 años de vida. Los que abogan por las segundas recuerdan que fueron aprobadas por ley y por unanimidad. No seré tan osado para opinar si sobra alguna --o cual de ellas-- pero es evidente que tienen competencias coincidentes y que, en algunos casos, el dispendio no es justificable y mucho menos ahora. No puedo olvidarme del axioma que se enunció en el origen del proceso comarcal: tendrían un coste cero y no supondría un incremento de personal. Es el momento de que los partidos políticos lleguen a un acuerdo y definan bien el objetivo y la función de diputaciones y comarcas para hacerlas más eficientes y más austeras. Sí, supondría recortes de plantilla y de sueldos, pero recuerdo que en la empresa privada los despidos, los cierres y las estrecheces están a la orden del día. Ya sé que el debate llega en mal momento --las elecciones y tal-- pero habría que estudiarlo. Vamos, si les parece bien.

Periodista

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