El tramo sin desdoblar de la N-232 entre Figueruelas y Mallén se cobró ayer otras dos víctimas mortales. Cierto que la prohibición de adelantar y la limitación de la velocidad máxima permitida a 80km/h, en diciembre del 2008, han reducido notablemente la mortalidad en esta peligrosísima nacional, aunque no es menos cierto que sigue siendo un tramo muy peligroso por el enorme flujo de transporte pesado que soporta. La solución restrictiva, a la vista de los últimos fallecidos --hubo otra víctima mortal en junio--, es un parche y no debería relajar a Fomento en la conversión de este tramo en autovía.