Aragón conocerá hoy el alcance del tijeretazo en obras públicas del ministro de Fomento, José Blanco. A pesar del hermetismo con el que ha llevado el asunto, se da por hecho que ninguna comunidad se librará del recorte, que en el caso de Aragón podría centrarse en carreteras nacionales que esperaban su desdoblamiento y en las mejoras ferroviarias más retrasadas. Es de esperar que la impronta de su número dos, el aragonés Víctor Morlán, se note y proyectos básicos, como la autovía Pamplona-Huesca-Lérida, la ampliación de la Ronda Norte de Zaragoza o la mejora de la N-II y la N-232 no se vean totalmente comprometidos. Son proyectos muy demandados, necesarios no solo por cuestiones de confort o de mejora de flujos, sino por la peligrosidad de estos tramos. A las infraestructuras aragonesas ya le pasaron factura otras crisis precedentes.